25 de mayo
2015
Un
informe de María Mercedes Moreno
A raíz
de un reciente estudio comisionado por
En
asuntos de drogas nada es como nos lo quieren hacer ver. Las políticas de
consumo, cultivo, producción y comercialización se diseñan como si estos
fenómenos se desarrollasen en mundos paralelos. De igual forma, por el lado
social, es palpable el distanciamiento de los cultivadores de coca pues los de
cánnabis son cada vez más los mismos consumidores con los usuarios y el
desconocimiento de las reformas que venimos exigiendo y hemos logrado. Primero,
porque aún subsiste el estigma, un imaginario que ve los consumidores como
peligrosos; degenerados; personas que viven exclusivamente para/y consumiendo
SPA; delincuentes marginales; carentes de carácter y/o fuerza de voluntad;
adictos; perjudiciales para e insensibles a la sociedad, y me quedo corta con la
caracterización del “otro”. Se maneja asimismo una confusión entre uso
recreativo normal, agradable, fresco y con todo el derecho al placer que es el
que prevalece ampliamente y los problemas que puede eventualmente ocasionar un
consumo compulsivo, ante todo al individuo pero, por el manejo represivo y no
sanitario del tema, a la sociedad en general. El segundo distanciamiento de las
problemáticas, viene por la persecución de la que son víctimas los cultivadores
que las políticas han querido hacer correr, por cuenta de los daños que ocasiona
el consumo.
Una de
las formas más atroces de control de la que han sido víctima los cultivadores
son las fumigaciones. La fumigación es como nosotros los colombianos conocemos
la aspersión masiva de químicos desde aviones en vuelo con el propósito de
erradicar las plantas proscritas internacionalmente: el cánnabis, la coca y la
amapola. La erradicación química está prevista para erradicar maleza no matas.
De tal forma, como no hay defoliantes previstos para matar matas, las agencias
antinarcóticos vienen buscando desde los años 1970, entre los agroquímicos
existentes en el mercado, el que mejor se adapte a su propósito de exterminación
de determinadas plantas. Ante la resiliencia de la naturaleza y las fuerzas del
mercado, se ha llegado al extremo de proponer el uso de polen contra la
marihuana para disminuir la calidad y valor económico de la cosecha[1]
y hongos patógenos, el Fusarium Oxysporum[2]
o insectos como la mariposa Eloria Noyesi,[3]
y la enemiga natural de la coca.[4]
En
Colombia, finalmente se ‘conforman” con una formulación química llamada Glyfos
compuesta por Roundup-SL®, Fuete-SL® y Gly-41® potenciada con un coadyuvante
Cosmo Flux 411SL. y asperjada en concentraciones hasta 26 veces por encima del
uso recomendado para labores agrícolas.
[5]
Es de notar que, además de que el mismo campo se fumiga varias veces,
[6]
las misiones de aspersión van acompañadas de helicópteros artillados que
disparan sobre los campos para evitar ser derribados. Es posible que, desde el
2012, con la colombianización de los costos de las fumigaciones,
De
drogas y otros demonios
Las
policitas antinarcóticos tienen su origen en una visión puritana, que considera
que el placer es un pecado, que las drogas son el demonio pagano e indeseables
vicios ajenos pero, ante todo, como necesidad de proteger la industria
farmacéutica y a sus consumidores de pociones mal formuladas y preparadas (por
emprendedores privados independientes en competencia) que por su dosificación
errada podrían convertirse en venenos.[8]
Las fumigaciones llegan por el mismo camino. Aduciendo la necesidad de cortar el
flujo de drogas al mercado de consumo, se encuentra hacía los años 1970, que la
alternativa es atacar la oferta en la llamada ‘fuente’: los cultivos. No sólo
porque es el sector más débil de la economía de las drogas sino por considerar
que es un sector relativamente estático en un punto fijo y, por ende, fácil de
eliminar. Y porque es un buen negocio para, entre otros, la industria
farmacéutica que fábrica los defoliantes.
Antes
de amañarse en Colombia por 35 años [1978-2015], las fumigaciones, en América y
en contexto de Guerra por las Drogas, pasaron por México, Costa Rica, Nicaragua,
Guatemala, Panamá, Belice, Venezuela y Estados Unidos. A Colombia, la
‘recomendación’ de Estados Unidos de fumigar con paraquat (cuyo uso aéreo se
encuentra prohibido en nuestro país desde 1989) le llegó en 1978. Quien primero
reacciona oficialmente contra la posibilidad de que se fumigará fue el Instituto
Nacional de Recursos Naturales (Inderena) mediante un comunicado en el que
advierte al Gobierno de Julio Cesar Turbay [1978-1982] de los riesgos de los que
podría ser responsable el Estado colombiano si se decidía a fumigar con
herbicidas como era la intención (y se hizo, efectivamente) en las estimadas
19,000 hectáreas de marihuana en
Turbay, dicen los informes estadounidenses, se muestra renuente a fumigar[10]
y, en últimas, opta consecuente con lo que fueron sus políticas represivas:
militarizar la problemática de las drogas y mandar tropas a atacarse a los
cultivos de marihuana en
La
marihuana que frenó las fumigaciones
Las
primeras fumigaciones (en México en 1975) se dan con el discurso estadounidense
de que el consumo de marihuana era un problema y que la solución estaba en
fumigar con paraquat el mayor proveedor de yerba que en ese momento era México.
Pocos años después se empiezan a develar los problemas de salud que puede
ocasionar al paraquat. No a los campesinos cultivadores de marihuana en México
sino a los consumidores (‘ilegales’) de marihuana en Estados Unidos. El estudio
“Paraquat y marihuana: Una evaluación epidemiológica” indica que “en marzo 1978,
13 (el 21%) de las 61 muestras de marihuana del sudoeste de los Estados Unidos
se encontraron contaminadas con el herbicida paraquat, un contaminante pulmonar.
La fuente de la contaminación era un programa de aspersión aérea en México,
apoyado indirectamente por fondos de Estados Unidos. Las prueba de combustión
indicaron que aproximadamente 0.2% de paraquat en la marihuana pasa en el humo”.
[13]
A
pesar de que los usuarios de drogas estamos al origen del buena parte de las
reformas, mientras en Colombia los consumidores hemos sido considerados como
parte del problema de las fumigaciones, son asociaciones como
Las
fumigaciones se trasladan a Colombia sin querer queriendo y sin saber sabiendo
en un escenario de guerra y conflicto interno que constituye un terreno minado
en el cual todo y nada es posible: defender esta medida de fumigaciones como
política intocable antinarcóticos y contrainsurgente y no poder contrariarla por
las mismas razones. La marihuana colombiana se va de
Pero,
principalmente las fumigaciones trasladan paulatinamente el cannabis a Estados
Unidos donde se fumiga selectivamente. Todo parece indicar que, en Estados
Unidos se fumigó entre 1979 y 1983 principalmente en los estados de Kentucky y
Georgia, y en el estado de
El
descontrol químico
En
Colombia, de la fumigación esporádica y experimental de la marihuana desde 1978,
en 1984, se pasa ‘oficialmente’ a la fumigación de la coca. Se autoriza la
experimentación con 2 hectáreas pero se pasa de una a la fumigación masiva y,
cuando menos nos damos cuenta, hay años, como el 2006, en los que se llegan a
fumigar hasta 170,00 hectáreas de coca. Se estima que, en Colombia, el Estado ha
fumigado más de 2 millones de hectáreas del territorio nacional, básicamente en
persecución de la coca, de la cual, en 1984 existían una estimadas 16,000
hectáreas y, entre 1984 y 1985, se fumigaron 5.546 hectáreas utilizando 11.418
galones de glifosato,[15]
y, según
Para
esta primera etapa oficial
[1984] de las fumigaciones, el Instituto Nacional de Salud (INS) a solicitud del
Consejo Nacional de Estupefacientes convoca un Comité de Expertos en Herbicidas
cuyo concepto, previniendo sobre los riesgos y cuidados a tener frente a este
uso indiscriminado de agrotóxicos, es ignorado soberanamente por el Gobierno de
Belisario Betancur [1982-1986]. El Gobierno ignora asimismo las posiciones
adversas del Inderena
[16]
y del INS y Ministerio de Salud. La decisión de fumigar la tomó el CNE ( Consejo
Nacional de Estupefacientes) a puerta cerrada a raíz de los problemas de
seguridad suscitados en plena guerra contra el narcotráfico por el asesinato del
Ministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla y, según Tokatlian, el último empujón
para que Colombia accediera fumigar fue justamente el asesinato del Ministro.
[17]
Es de
notar que este Estado de Sitio cuasi permanente en el que vivió Colombia durante
décadas fue el que propició la promulgación de una buena parte de los decretos
de drogas que se fueron volviendo permanentes e incorporando a la legislación.
En lo que se refiere a la erradicación forzada, ésta se llevó a cabo durante
años sin permiso y luego amparada por ‘licencias’” ambientales transitorias; y
está básicamente enmarcada por decretos promovidos por un órgano
asesor (sin función de crear
procedimientos), el Consejo Nacional de Estupefacientes afirma
Con
las fumigaciones y la prohibición llega la amapola
Las
fumigaciones que continuaron en los años 1980 en México y Guatemala sobre la
amapola y las fumigaciones de la marihuana y la coca en Colombia, nos traen a
Colombia un tercer cultivo con usos ilícitos: la amapola con cuyo latex se
procesan el opio y la heroína. Los primeros síntomas de que Colombia iba a ser
objeto de presiones para fumigar la amapola es un documento secreto de 1991 de
En
cuanto a las cifras de amapola, se puede afirmar que ni idea, pues lo único
certero es que los “estimativos oficiales “de drogas divergen según quien las
emita y el cometido que se busca. El hecho es que, a mediados de febrero de
1992, con el presidente Cesar Gaviria [1990-1994] asediado por el narcotráfico;
los grupos insurgentes; los paramilitares; y, ante todo, los halcones de
Washington, contrariando todos los conceptos desfavorables a esta política
agrotóxica, se lleva a cabo la primera operación de aspersión aérea contra la
amapola.
La
propuesta que le costó caro a Colombia
Durante su presidencia [1994-1998],
Lo que
no impide que, en asuntos de fumigaciones, en diciembre de 1998 pasemos a la
velocidad siguiente: el Plan Colombia y la intensificación de la aspersión aérea
de, entre otras,
De ahí
en adelante, los partes de victoria en la guerra contra la oferta en la llamada
‘erradicación’ aérea de cultivos, se refieren exclusivamente a Colombia, el
único, desde 1998/1999, país que fumiga sus cultivos con usos ilícitos.
Anecdóticamente, durante el periodo de Andrés Pastrana en
Lo que
va del consumo
Lo que
no se estima es que, además de la persecución en común, uno de los riesgos que
compartimos consumidores y los cultivadores son los químicos; en particular los
herbicidas, pesticidas y precursores que se usan con el desconocimiento y
adulteración que permite las desprotección de la ley, la falta de regulación.
Aquí vale precisar que regulación no es prohibición como nos lo han querido
hacer ver. Prohibir es negar, vedar, colocar a la sombra. Regular es vigilar que
el uso se dé en las condiciones sanitarias óptimas para las que han sido
previstos los productos; porque, querámoslo o no, estos productos han sido
previstos para su consumo voluntario
(contrario al consumo involuntario por parte del campesinado
colombiano de la mezcla que le impone/imponía el Gobierno).
La
coca se cultiva también para procesar cocaína, que es voluntariamente consumida
en todo el mundo por banqueros; políticos que legislan en su contra; yuppies;
activistas; mamás y papás amorosos y responsables; y millones de “otros” cuyas
vidas (contrario a lo que pretende el imaginario prohibicionista) no giran
necesariamente alrededor de su consumo sino, como quien se toma un whisky
ocasional, alrededor de sus funciones y trabajo. La diferencia está en que el
whisky corre menos riesgo de estar adulterado y el centeno es posiblemente
fumigado por los mismos cultivadores a razón de
Como
los subestimados 13 millones de consumidores de cocaína figuramos entre las
especies a exterminar y/o que se deben quedar en las sombras/ilegalidad, no
tenemos voz, no existen estudios conocidos sobre los efectos de los agrotóxicos
al aspirar el producto final clorhidrato de cocaína cuando la coca procesada ha
sido sembrada y fumigada con glifosato y cultivada con, entre otras, una
variedad de hasta 67 pesticidas, fungicidas y fertilizantes químicos.
Estamos en mora de hacer muestras y estudios rigurosos sobre el efecto
herbicida/pesticida/fertilizante y los precursores sustitutos (por controles a
los que propiamente se deben utilizar para procesar la cocaína medicinal y
recreativa) con los que se viene fabricando la cocaína y que probablemente están
ocasionado mayores daños a sus usuarios cultivadores, cocineros y consumidores
de drogas. Por otra, hasta ahora, se comienza a reconocer que lo que se consume
y prohíbe en el mercado no es cocaína sino un coctel de adulterantes con un
toque de clorhidrato de cocaína.[23]
Ni qué decir del producto final que se fuma como PBC y el que se inyectan los
usuarios de heroína sin control de calidad en Colombia. Esos son algunos de los
efectos “colaterales” de
El fin
del fin al fin
Ante
el estudio de
El
sábado 9 de mayo nos enteramos por un artículo de
El Espectador que el Presidente
solicita al Consejo Nacional de Estupefacientes que “establezca con el
Ministerio de Defensa y con
todas las autoridades que están comprometidas, y que estamos comprometidos en la
lucha contra el narcotráfico, un
periodo de transición que no puede ir más allá del 1° de octubre”,
para que se adopten nuevos mecanismos
en la lucha contra los cultivos ilícitos como, por ejemplo, intensificar la
erradicación manual.”
[25]
Se fija una reunión
decisoria con el Consejo Nacional de Estupefacientes (CNE)
para el viernes 15 de mayo 2015.
Con el
cese definitivo de las fumigaciones y el rechazo de las alternativas de
continuación de Colombia de experimentación en humanos y de modificación
ambiental, y con la aplicación efectiva de otras propuestas de Salud Pública y
de alternativas al encarcelamiento de consumidores, cultivadores,
microtraficantes y mulas, entre otros[26],
el Presidente Santos podrá pasar a la historia como el político en cargo que
realmente impulsó una reforma en las políticas de drogas.
Los
usuarios de drogas y nuevos mecanismos
Las
personas que usamos drogas en América Latina reunidas en la red latina LANPUD[27]
nos unimos a la causa de buscar “nuevos mecanismos” para que el cese de las
fumigaciones se consolide. Con la convicción de “Nada Sobre Nosotros Sin
Nosotros”[28],
proponemos el diseño de alternativas propias con conocimiento de causa frente a
las políticas. Esperamos que, dentro de este enfoque de las drogas como un
asunto de Salud Pública, las organizaciones sociales colombianas de nuestros
integrantes que proponen enfoques novedosos y necesarios de trabajo entre pares
encuentren el eco y los apoyos oficiales que se requiere para efectuar un
verdadero giro de drogas en los hechos en Colombia. Para que Colombia sea un
modelo de cambio en el escenario internacional.
Proponemos la formación de un equipo social interdisciplinario que investigue y
formule propuestas alternativas desde los consumidores de drogas en apoyo de la
moción del Presidente Santos y su Gobierno de desarrollar
nuevos mecanismos para
contener de forma voluntaria los cultivos con usos ilícitos. Solicitamos, como
propuesto en el Nuevo estatuto nacional de Drogas aun en discusión, nuestra
participación en el diseño, decisiones, actuaciones y programas del Ministerio
de Salud y otros organismos gubernamentales frente a la problemáticas de las
drogas con un enfoque integral que abarque el consumo, cultivo, producción y
comercialización como lo que son: los varios aspectos del mismo fenómeno social.
Esperamos que, dentro de este enfoque de las drogas como un asunto de Salud
Pública, las organizaciones sociales colombianas de nuestros integrantes que
proponen enfoques novedosos y necesarios de trabajo entre pares encuentren el
eco y los apoyos oficiales que se requiere para efectuar un verdadero giro de
drogas en los hechos en Colombia. Para que Colombia sea un modelo de cambio en
el escenario internacional.
Saludamos y apoyamos la movida de Gobierno Santos de proteger la salud de los
usuarios sin dañar la de cultivadores y campesinos.
[1]
CIA (FOIA) “Regarding your question on the use of viruses to attack coca” :
1989Tomado de
http://www.foia.cia.gov/docs/DOC_0000700738/DOC_0000700738.pdf /en mamacoca:
http://www.mamacoca.org/docs_de_base/Fumigas/DOC_0000700738virs%20CIA.pdf
[2]
BBC “Britain’s Secret War on Drugs” Transcripción 2/10/2000- emitido el 15 de
Octubre en Colombia
http://news.bbc.co.uk/hi/english/static/audio_video/programmes/panorama/transcripts/transcript_02_10_00.txt
[3]
http://www.mamacoca.org/docs_de_base/Fumigas/Eloria%20Noyesi%20contra%20la%20coca_.htm
[4]
https://www.ncjrs.gov/pdffiles1/Digitization/132907NCJRS.pdf
[5]
http://www.mamacoca.org/feb2002/art_nivia_fumigaciones_si_son_peligrosas_es.html
[6]
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2014/02/140213_colombia_coca_drogas_erradicacion_aerea_aspersion_aw.shtml
[7]
“ Joint Intel and ISR Support Manager
http://www.jobs.net/jobs/dyncorp/en-us/all-jobs/Colombia/?TNMissingJobRedirect=true
[8]
http://www.mamacoca.org/El_Papel_de_la_coca_June_2008/_es/MMMoreno_imaginario_y_drogas_2001.htm
[9]
http://www.mamacoca.org/docs_de_base/Fumigas/Carta_al_cne_del_inderena_junio_18_1978.html
Disponible en
[10]
Select Committee on Narcotics Abuse and Control “Fact Finding
[11]
http://www.mamacoca.org/docs_de_base/Debate_despenalizacion_Colombia/ANIF_La_lelgalizacion_de_la_MARIHUANA_1980.pdf
[12]
http://www.mamacoca.org/feb2002/art_mmmoreno_plan_colombia_fin_de_la_historia.html
[13]
“Paraquat and Marijuana: Epidemiologic Risk Assessment “, AJPH July 1983, Vol.
73,.
7 de
julio 1983
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC1650884/pdf/amjph00642-0064.pdf
[14]
http://www.leagle.com/decision/1979509508FSupp1_1509
[15]
Arrieta et al.: “Narcotráfico en Colombia, dimensiones políticas, económicas,
jurídicas, e internacionales”, Ed Artico, 1989
[16]
http://www.mamacoca.org/docs_de_base/Fumigas/Carta_de_Inderena_a_Policia_oficio-c3885_agosot8_1984.html
[17]
[18]
CIA: Colombian Traffickers and Heroin Production”, November 1991
http://www.foia.cia.gov/docs/DOC_0000725745/DOC_0000725745.pdf /en mamacoca:
http://www.mamacoca.org/docs_de_base/Fumigas/DOC_0000725745.pdf
[19]
http://www.govcb.com/Aerial-Eradication-Advisor-ADP14176501750000353.htm
[20]
http://www.alcaldiabogota.gov.co/sisjur/normas/Norma1.jsp?i=6960
[21]
http://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/1994/C-176-94.htm
[22]
http://www.semana.com/nacion/articulo/como-ha-resultado-andres/11225-3
[23]
http://www.echelecabeza.com/comunicado-para-los-usuarios-del-servicio-de-analisis-de-sustancias-sas/
[24]
http://www.mamacoca.org/docs_de_base/Fumigas/MinSalud-Concepto-2015-N0002651_20150424.pdf
[25]
http://www.elespectador.com/noticias/judicial/santos-ordena-suspender-fumigacion-de-cultivos-ilicitos-articulo-559592
[26]
http://cicad.oas.org/apps/Document.aspx?Id=3202
[27]
http://lanpud.blogspot.ch/2012/10/el-teatro-de-la-guerra-contra-las.html
[28]
http://www.mamacoca.org/docs_de_base/Consumo/lanpud_nada_sobre_nosotros_sin_nosotros_Manifiesto_octubre2012.html
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