PRIMER CONGRESO NACIONAL POR LA SALUD

“El derecho a la salud una vía hacia la paz”

Bogotá, octubre 4, 5 y 6 de 2001

BOLETÍN No. 3


 
La importancia que tienen la salud y el bienestar para los pueblos y las personas, el grave deterioro de la situación de salud y seguridad social de nuestro país y el deseo de contribuir a convertir el ejercicio del derecho a la salud en un mecanismo de desarrollo ciudadano y de construcción de paz, han llevado a un amplio grupo de organizaciones académicas, sociales, políticas,  gremiales y sindicales a convocar el Primer Congreso Nacional por la Salud.

Con los objetivos de avanzar en el conocimiento y análisis de la problemática de salud y seguridad social, de aportar propuestas para su solución y de impulsar mecanismos de organización para su logro, se han seleccionado tres temas centrales para el Congreso, cada uno de los cuales habrá de desarrollarse teniendo en cuenta a los diferentes actores sociales y la situación  específica de las distintas regiones y localidades del país. Estos son:
 

· El derecho a la salud

A pesar del aval otorgado al sistema de salud colombiano por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su Informe sobre la salud en el mundo, 2000, en el que nuestro país ocupa el primer lugar en América Latina en cuanto al “desempeño” del sistema de salud y el primero en el mundo en cuanto a la “equidad financiera” de dicho sistema, muchos colombianos sentimos, percibimos y vivimos una realidad muy diferente. Vivimos la exclusión cotidiana y la desigualdad en el acceso a los servicios de salud de grandes grupos de población y no como casos aislados ocasionales. Vemos la reaparición de enfermedades que ya estaban controladas o muy cerca de su desaparición. Vemos que la desigualdad se hace evidente cuando comparamos las posibilidades de los ricos frente a los pobres, o de extensas áreas rurales frente a algunos centros urbanos, o cuando se atiende a condiciones como la edad, la etnia o el género.

Si los colombianos y las colombianas, en nuestra condición de ciudadanos adscritos a un Estado Social de Derecho, volvemos a discutir y a evaluar si se nos ha garantizado el derecho a la salud, es posible que encontremos las dificultades más cotidianas para alcanzar este ideal y que podamos construir soluciones pertinentes. Esto implica acudir a nuestras vivencias y evidencias sobre la forma como se realiza el derecho a la salud diariamente. Esto es posible si reflexionamos sobre cosas tan simples como: En Colombia, ¿tenemos derecho a la atención de las enfermedades cuando lo necesitamos? ¿Tenemos derecho a un ambiente sano y a condiciones sanitarias favorables a la vida? ¿Tenemos derecho a participar en las decisiones que se relacionan con nuestra salud, de manera individual y colectiva? En últimas, ¿tenemos derecho a vivir dignamente?.
 

· La salud y la paz

En las relaciones entre la salud y la paz, algunas cosas son obvias: la violencia en sus diferentes formas incluyendo la guerra mata más personas jóvenes que cualquier enfermedad. La guerra disminuye la calidad de vida de todo aquel que se vea afectado, directa o indirectamente. La guerra acaba hasta con los servicios de atención médica y disminuye la capacidad de respuesta de la sociedad a los problemas cotidianos de salud. Pero la guerra en Colombia no es el producto de un capricho. Está atada a nuestra historia. Es un resultado de lenta construcción social, producto consciente o inconsciente de todos los colombianos y colombianas, de las relaciones con otros países, con potencias económicas y políticas, de la sistemática exclusión política, social y económica, de la intolerancia acumulada y de continuos fracasos de la acción colectiva. Las desigualdades en salud hacen parte de ese cúmulo de resagos y fracasos de la acción colectiva.
 

· Salud y Seguridad Social

Desde 1993, el Estado colombiano optó por la vía del aseguramiento, es decir, del pago periódico de un seguro para cubrir los gastos de la atención de la enfermedad cuando ésta se presenta, como la fórmula para lograr el acceso universal a los servicios de salud. Con la evidencia y la experiencia cotidiana disponibles, cabe preguntarse: ¿hemos logrado la universalidad de los servicios por este mecanismo? ¿Existe una mejor manera de lograr dicha universalidad?

Por otra parte, el sistema de seguridad social colombiano ha ofrecido la promesa de cubrir por este mecanismo las contingencias de pensiones, servicios de salud y riesgos profesionales. ¿Ha logrado este sistema cumplir sus promesas? ¿Existe alguna manera de resolver este tipo de necesidades por medio de alguna organización mejor? ¿Es viable este sistema de seguridad que tiene como base el empleo formal, en un país donde el desempleo y subempleo esta enorme? ¿Cuáles son las relaciones entre el sistema pensional y la salud de la población? ¿Cómo se relacionan los riesgos profesionales con la salud de la población? En suma, ¿es el Sistema de Seguridad Social favorable a la salud de los colombianos? ¿Existen alternativas de organización de la salud y de la seguridad social que nos sean más favorables?
 

Mecanismos de Participación

El Congreso tendrá un proceso de preparación que se basa en la organización de eventos preparatorios, a través de los cuales se pueda construir posiciones y propuestas colectivas o institucionales. Los eventos pueden ser de muchos tipos, según las necesidades y las dinámicas de organización social existentes o futuras: por regiones, por sectores sociales, por instituciones, por actores del sistema de seguridad social en salud, por sectores políticos, por grupos académicos o por otros grupos y formas de organización.

Para la realización de estos eventos, se contará con documentos de discusión y una propuesta de metodología para debatir, identificar acuerdos y desacuerdos y construir posiciones colectivas.

La organización básica para la preparación del congreso consta de: un Grupo de Organizaciones Convocantes que define las estrategias organizativas del Congreso. Tres Comisiones con un coordinador cada una: 1. Político-académica; 2. Finanzas; 3. Comunicaciones. También contará con un Coordinador General del Congreso y una Secretaría Ejecutiva. Los coordinadores de las comisiones, el secretario ejecutivo y el coordinador general conforman el Comité Coordinador del Congreso.
 

Comunicación
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