CARTA ABIERTA AL PRESIDENTE DE ESTADOS UNIDOS GEORGE W. BUSH, Y AL PRESIDENTE DE COLOMBIA, ANDRÉS PASTRANA

Nos dirigimos a ustedes para poner a su consideración un conjunto de iniciativas concretas por la Paz de Colombia. Este es un momento propicio para lograr el final del más antiguo conflicto armado de América





Colombia está en el cruce de caminos de algunas de las mayores preocupaciones de la época.  El problema de la droga, las amenazas al ecosistema, el tráfico de armas, la emigración forzosa, el terrorismo en diversos frentes, y una crisis fruto de la inequidad y de hondas pugnas sociales, son problemas que atañen a toda la humanidad. Colombia los padece, pero resolverlos de modo positivo equivaldrá a encontrar solución para algunos de los grandes desafíos del mundo moderno.
 

Es difícil encontrar una democracia que enfrente un conflicto armado tan amenazante y una situación social tan dramática. La prolongación de esta destructora realidad ha producido un grave deterioro en términos humanitarios, ha agudizado la polarización política, ha reducido el espacio de la economía formal, ha causado un desastre ambiental, ha llevado al país a una situación ruinosa en términos económicos, y ha producido un colapso cultural cuyas primeras víctimas son el Estado y el principio de legitimidad.
 

Es un imperativo histórico buscar la plena vigencia de la democracia y la protección de los derechos humanos en Colombia, lo cual supone la superación de los modelos de exclusión al igual que soluciones económicas y sociales, y procesos culturales dignificadores.  La crisis colombiana exige, además, la profunda solidaridad de la comunidad internacional para impulsar y facilitar la salida política al conflicto y para sentar las bases de una verdadera reconstrucción del país.
 
 

El fortalecimiento de la democracia requiere la aplicación de los principios de cooperación y corresponsabilidad internacional, y un cambio de enfoque del problema de las drogas.  Es indispensable generar consensos acerca de la orientación de las relaciones entre los Estados Unidos y Colombia que garanticen más pluralismo, mejor análisis de su complejidad, y un mayor equilibrio en el diseño de soluciones para los cultivos ilícitos y el tráfico de drogas, que no los desplacen sino que los resuelvan.
 
 

Conscientes del papel crucial que los mandatarios de los Estados Unidos y de Colombia juegan en este momento, y de la importancia histórica de su encuentro, solicitamos a los Presidentes Pastrana y Bush que, de manera conjunta:
 
 

1. Propongan al Secretario General de la ONU la conformación de una Comisión de Estudio que ofrezca luces sobre la naturaleza actual de la crisis que vive Colombia. Esta Comisión, además de expertos y personalidades internacionales , debería incluir a los sectores que viven y padecen la crisis, militares, guerrilleros y los exponentes del pensamiento independiente hoy acallados por el conflicto, de modo que sus recomendaciones se conviertan en el referente básico para una solución política a la situación nacional.
 

2. Convoquen una Comisión Binacional para ampliar los temas positivos de la agenda mutua, para establecer verdaderos mecanismos de consulta y coordinación frente a los temas cruciales de la paz y la reconciliación, y para definir una colaboración efectiva en áreas económicas, sociales y culturales que puedan contribuir a la consolidación de una paz duradera.
 

3. Programen una Cumbre Internacional sobre Drogas que reoriente la lucha hemisférica contra los narcóticos y el crimen organizado sobre bases firmes, legítimas y creíbles.
 

4. Revisen la estrategia de la fumigación química forzada. Está demostrado que hay maneras efectivas de bajar el número de hectáreas sembradas de hoja de coca que minimicen los perjuicios ecológicos y humanos.
 

5. Respondan positivamente a las recientes iniciativas sobre Colombia planteadas por la Unión Europea, así como al Llamado formulado por prestigiosas personalidades de ese continente, en especial la convocatoria para llevar a cabo una gran Conferencia Internacional sobre Colombia.
 

6. Consideren con seriedad los componentes culturales de la crisis y el papel prioritario que deben jugar la educación y la cultura en la superación de las desigualdades, los privilegios y la exclusión, en la formación de una comunidad solidaria y digna, en el fortalecimiento de una ciudadanía que relegitime la democracia, y en la conquista de una nueva relación con la ley y un nuevo sentido de lo público por parte de cada ciudadano.
 
 

7. Propicien una iniciativa diplomática conjunta de países como Canadá, Brasil, México y Argentina, para que con el concurso efectivo de los Estados Unidos y de la Unión Europea aporten propuestas y apoyen una salida negociada al conflicto armado colombiano.
 
 

Reiteramos la urgencia de una acción decidida y concertada entre los presidentes de Colombia y Estados Unidos, porque en sus manos está la tarea histórica de abrir caminos de grandeza y de generosidad para superar la tragedia colombiana.

Sigantarios iniciales:

Gabriel García Márquez (Colombia),
Eric J. Hobsbawm (Inglaterra),
Ernesto Sabato (Argentina)
William Ospina (Colombia)
Juan Gabriel Tokatlián (Argentina)
Gonzalo Sánchez (Colombia)
Enrique Santos (Colombia)
Daniel Pecaut (Francia)
Tomás Eloy Martínez (Argentina)
Alfredo Molano (Colombia)
Joaquín Miranda ( Parlamento Europeo)
Paul-Emile Dupret (Asesor Parlamento Europeo)
Ernst Tugendhat (Alemania)
Catherine LeGrand (Canada)
J.Michel Blanquer (Francia)
Francisco Santos (Colombia)
Eduardo Pizarro (Colombia)
Michiel Baud (Holanda),
Rafael Santos (Colombia)
Hernando Corral (Colombia)
Rodrigo Pardo (Colombia)
Wolf Grabendorff (Alemania)
Daniel Samper (Colombia)
Malcolm Deas (Inglaterra)
Jaime Abello (Colombia)
Fernando Uricoechea (Colombia)
Antanas Mockus (Colombia)
Ana Carrigan (Irlanda )
Daniel García-Peña (Colombia)
Jonathan Hartlyn (Estados Unidos)
Maria Emma Mejía.(Colombia)
Joanne Rappaport (Estados Unidos)
Fernando Cepeda (Colombia)
Franscisco Leal (Colombia)
Alvaro Camacho (Colombia)
Richard Harvey Brown (USA)
Juan Carlos Flórez Arcila (Colombia)
Boaventura de Sousa Santos (Portugal)
Cecilia Lopez Caballero (Colombia)
Salomón Kalmanovitz (Colombia),
Marco Palacios (Colombia),
Bruce Bagley (Estados Unidos)
Jorge Orlando Melo (Colombia)
Scott Manwaring (Estados Unidos)
Alvaro Tirado Mejía (Colombia)
Alejo Vargas (Colombia),
Luis Jorge Garay (Colombia)
Helen Safa (Estados Unidos)
Juan.Manuel.Ospina (Colombia)
Juan Sebastián Betancur (Colombia)
Svend Robinson (Parlamentario,Canadá)
Juan Carlos Botero (Colombia)
Leif Svanström (Suecia)
Julio Manuel Ayerbe (Colombia)
Charles Bergquist (Estados Unidos)
Marisol Cano (Colombia)
Borge Ytterstad (Noruega)
Magdalena León (Colombia)
Aline Helg (Estados Unidos)
Orlando Fals Borda (Colombia)
Jaime Zuluaga N. (Colombia)
Florence Thomas (Colombia)
Klaus Meschkat (Alemania)
Rocío Londoño B. (Colombia)
Carmen Diana Deere (Estados Unidos)
Ana María Bejarano (Colombia)
Eugenio Marulanda (Colombia)
John Sudarsky (Colombia)
Thomas Fischer (Alemania)
Arturo Escobar (Estados Unidos)
Nora Segura (Colombia)
Diego Cardona (Colombia)
Iván Marulanda (Colombia)
Warren Allmand (President Rights & Democracy, Canada)
Donny Meertens (Holanda)
Herbert Tico Braun (Estados Unidos)
Claudia Steiner (Colombia)
Gladys Jimeno (Colombia)
Eleanor Douglas, (Canada)
Mariano Aguirre (España)
Ramon Jimeno, (Colombia)
 

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