EL PUEBLO NOS DIÓ UN MANDATO DE PAZ Y DE VIDA DIGNA


El Gobierno departamental del Cauca no ha sido indiferente a la situación social que viven diferentes comunidades y regiones por el avance de la guerra. Nuestro mismo origen popular y nuestra procedencia de las organizaciones sociales del Cauca nos plantean una filosofía de paz, vida digna, respeto de los Derechos Humanos y justicia social. Por eso, desde antes de posesionarnos estuvimos acompañando a los indígenas y campesinos del Naya y del Norte del Cauca que se desplazaron por la violenta arremetida de los paramilitares. Acción que se hizo clara en el regreso a sus tierras; decisión que las comunidades adoptaron después de varios días de encontrarse en Santander de Quilichao. Así lo hemos hecho en todos los momentos aciagos que han vivido las comunidades a lo largo y ancho del departamento.
 

Sin embargo, todo el mundo sabe que el conflicto armado no se circunscribe al territorio en que ejercemos gobierno. Sino que obedece a una dinámica nacional de control de territorio de los diferentes grupos armados; que se recrudece en nuestra región justamente desde el ano anterior. Por ello nuestra acción se reduce a alertar a los organismos de seguridad del Estado sobre las acciones que las comunidades descubren que las puede afectar sin que ello garantice una acción eficaz; puesto que se sale del marco de nuestras atribuciones. Fortalecemos sí la búsqueda de apoyo humanitario y de acompañamiento a la población agredida; que es lo mínimo que un gobierno popular debe darle a sus protegidos. Igualmente, hacemos gestiones para que en un corto plazo haya comunidades con recursos para llevar adelante algunos de sus proyectos.
 

Sabemos que en el proceso de la guerra, sus activadores buscan polarizar las fuerzas para colocar la población a su favor. Es así como, desde nuestra posesión, hemos recibido información de que la mayoría del gobierno departamental y de dirigentes del Bloque Social Alternativo fuimos declarados objetivo militar por parte de las Autodefensas Unidas de Colombia. Amenaza que se corroboró el pasado viernes, de una manera directa, con nuestro asesor, el profesor de la Universidad del Cauca Diego Jaramillo Salgado.
 

En la campaña electoral y en el ejercicio de gobierno hemos sido claros en condenar la acción militar venga de donde viniere porque acaba con el tejido social, y las organizaciones sociales, por largos años construido en este departamento. Porque imposibilita la realización de proyectos económicos y sociales, y porque, lo más importante, incentiva los factores de violencia y coloca a la población en la mayor indefensión frente al avance de la barbarie.
 

Por eso le decimos al señor Carlos Castaño, y a quien opte por intimidar con las armas, que nuestra acción está expuesta a los ojos de toda la población en defensa y en beneficio de todos los caucanos. Que no renunciaremos a aprovechar todo minuto de nuestro período de gobierno para cumplir el mandato que el pueblo nos ha dado. Que no es otro, que facilitar y aclimatar condiciones para la paz, defender la vida de los caucanos y favorecer todos los procesos tendientes a crear una sociedad digna y con justicia social.
 

GOBERNACIÓN DEL CAUCA