NO NOS FUMIGUEN MÁS!!!

Fumigaciones indiscriminadas en el pacífico colombiano.

Por: Coordinadora de cultivadores de coca y amapola de Colombia – Cocca

 

Más de un centenar de familias (unas 600 personas) han sido afectadas por las fumigaciones con glifosato en las riberas del río Chagüí, municipio de Tumaco durante las últimas semanas, así lo dieron a conocer campesinos de las veredas Nueva Vista, San Pedro, Sirena, Yonabí, La Ceiba, Cuaransagará y Salabí, quienes manifestaron que perdieron sus parcelas y productos de pancoger como consecuencia de la fumigación indiscriminada contra los cultivos de coca, el pancoger, los pastos y cuerpos de agua en el Pacífico nariñense, por parte de la Policía Nacional Antinarcóticos.

 

Según el presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda Nueva Vista, jurisdicción del río Chagüí, Zoilo Ramos, por lo menos a unos 330 habitantes del sector les fueron destruidos los cultivos de plátano, cacao, yuca, banano, cítricos, guanábana, piña, caña de azúcar y aguacate. El campesino indicó que “desde el 23 de febrero han sentido una gran baja como agricultores y padres de familia, manifestó que las fumigaciones no sólo estuvieron enfocadas a terminar con la coca si no que también acabaron con los bienes que sus padres les dejaron de tiempo atrás y que se constituyen en el pan de cada día de sus hijos y el futuro para sus familias”.

 

Ramos dijo: "desconocemos qué ha pasado con los derechos del agricultor; porque no puedo creer cómo el Gobierno nos acabó. Cuando entramos a los cultivos de pancoger nos da ganas de llorar al ver la injusticia que comete el Estado con el campesino". El dirigente comunal reclamó al Gobierno nacional por el resarcimiento de los daños ocasionados en la región. Se produjo igualmente el desplazamiento de varias familias campesinas a las ciudades a ahondar más los niveles de pobreza y miseria.

 

La  fumigaciones: una violación sistemática de los DDHH

Con el plan Colombia la administración de los estados Unidos y sus cipayos colombianos pretenden erradicar, usando métodos criminales como la aspersión indiscriminada y los operativos militares y paramilitares de tierra arrasada, el 50% de los cultivos de coca. No obstante, el círculo vicioso de las fumigaciones ha demostrado hasta la saciedad, que con el aumento de las fumigaciones represivas solo se aumenta el área de los cultivos cocaleros, los cuales en la actualidad alcanzan casi las 200.000 hectáreas en todo el país (en el año 2000 los cultivos alcanzaban las 120.000 ha).

 

Las venenosas fumigaciones aéreas (glifosato+ polioxietil amina + cosmo flux) violan, por parte del Estado colombiano y de los EEUU, el derecho a  la vida, a la integridad, a la salud, a la seguridad y soberanía alimentaria, a un medio ambiente sano y a la seguridad colectiva. Mientras tanto no existen verdaderos programas institucionales de sustitución de cultivos, por el contrario el Estado ha incumplido reiteradamente los acuerdos de las marchas campesinas e indígenas que contemplan programas y proyectos de sustitución enmarcados en planes estructurales de desarrollo regional y en la constitución de zonas de reserva campesina. Las propuestas de las organizaciones campesinas y de la coordinadora de cultivadores de coca y amapola- COCCA, expuestas durante la audiencia publica internacional del proceso de paz con las FARC-EP, sobre cultivos de coca, nunca fueron tenidas en cuenta por el establecimiento colombiano y la comunidad internacional.   / Colombia, Abril 1 del 2002