Póngale cariño al monte(1)

Carlos Fradique-Méndez(2)
Academia Colombiana de Jurisprudencia

“El Derecho, más que en el texto frío de los códigos y las leyes,
debe estar en la mente y el corazón de los ciudadanos.”

Carlos Fradique-Méndez

Resumen

La tutela jurídica del medio ambiente, más que un problema jurídico es tema que atañe a la voluntad política de los gobiernos y al comportamiento social de cada uno de los individuos y sus familias. Los medios para recuperar y preservar el medio ambiente, deben ser dados y monitoreados por los científicos y entendidos en la materia y no por los legisladores. El medio ambiente es la vida misma y su conservación es responsabilidad de todos. La flora, la fauna y el agua, se pueden identificar como símbolos para la recuperación y la conservación del medio ambiente. Y para preservarlas es necesario dar un adecuado manejo a los recursos naturales no renovables y a todo lo que pueda afectar el clima. Al tiempo que se aplican las normas para imponer sanciones por daños al medio ambiente, es necesario crear una cultura ciudadana que ponga en alerta permanente a cada individuo con el fin de que se abstenga de realizar actos, así sean leves, con el que se cause daño a su entorno ambiental, lo cual redundará en una mejor calidad de vida.
No es contrario a la realidad afirmar que hay ríos y mares de tratados, convenios, protocolos, declaraciones universales, leyes, decretos, resoluciones, noticias y recomendaciones, con los que se pretende la reconstrucción, preservación y defensa del medio ambiente, entendido el concepto de medio, no como la mitad, sino como el “conjunto de circunstancias físicas que rodean a los seres vivos”, y por extensión “conjunto de circunstancias físicas, culturales, económicas y sociales, que rodean a las personas”.(3)
No menos abundante es el número de Ministerios, comités, oficinas, dependencias, directivas, consejos y organizaciones no gubernamentales que tienen bajo su responsabilidad la ejecución y el control de las políticas y proyectos con los que se pretende evitar el daño al medio ambiente y el restablecimiento del equilibrio ecológico(4). Sin embargo, segundo a segundo, se deteriora el entorno por obra de la misma naturaleza, de la explotación antitécnica de los recursos naturales no renovables, del crecimiento urbanístico sin planeación, de la explosión demográfica(5), del afán de riqueza por los grandes monopolios, de la industria de productos no biodegradables, de la falta de cultura de reciclaje, del inadecuado manejo de residuos naturales y químicos, y, por sobre todo, de una falta de cultura ciudadana que genere aprecio por la naturaleza y el entorno vital del ser humano.

Concepto legal del medio ambiente

Al tenor del Art. 2 de la ley 23 de 1973(6), “El medio ambiente es un patrimonio común; por lo tanto su mejoramiento y conservación son actividades de utilidad pública, en las que deberán participar el Estado y los particulares. Para efectos de la presente ley, se entenderá que el medio ambiente está constituido por la atmósfera y los recursos naturales no renovables.”
Definiciones de Medio ambiente en Internet:
De las muchas que hay solo transcribo las siguientes:
• Se entiende por medio ambiente el entorno o suma total de aquello que nos rodea y que afecta y condiciona especialmente las circunstancias de vida de las personas o la sociedad en su conjunto. (Wikipedia).
• Según el Banco Mundial, es el conjunto complejo de condiciones físicas, geográficas, biológicas, sociales, culturales y políticas que rodean a un individuo u organismo y que, en definitiva, determinan su forma y la naturaleza de su supervivencia. (www.ciat.cgiar.org/agroempresas).
• Conjunto de los elementos bióticos (flora y fauna) y abióticos (energía solar, agua, aire y tierra mineral) que integran un determinado espacio, afectan la vida, al desarrollo ya la supervivencia de un organismo y que permiten el desarrollo de ecosistemas. (www.cipma.cl/bolsambiental).
De los varios elementos que hacen parte del entorno vital, en este ensayo solamente me referiré a la flora, a la fauna y al agua, sin duda alguna de los que dependen el aire, la tierra, el calor y en últimas la vida, entendida en todas sus dimensiones.

Una confesión previa

De los temas que se ocupará el Sexto Congreso de la Conferencia Iberoamericana de Academias Jurídicas y Sociales, seguramente el mas afín con mi formación académica(7) es el relacionado con los problemas jurídicos sobre la vida y la muerte, eutanasia y el testamento vital, pero el más cercano a mi quehacer como agricultor y protector de la naturaleza, oficio que desempeño normalmente los fines de semana, es el relacionado con la tutela jurídica del medio ambiente, razón por la cual me decidí a realizar este ensayo, que me permitió adentrarme en el fascinante mundo de la vida de la tierra, de su entorno y en parte del universo.
De tan alucinante experiencia puedo concluir que la recuperación y preservación del medio ambiente no es una cuestión fundamental de leyes, ni de terminología del derecho, sino un asunto que tiene que ver con la actitud, los hechos que generen desde el más humilde de los seres vivos, pasando por los seres humanos, hasta el más poderoso de todos los gobiernos.
De la lectura de una gran cantidad de documentos puedo confirmar que debemos comprometernos para hacer realidad el siguiente mensaje:

No dejemos que mañana / las flores estén marchitas
Porque, ¿dormidas las flores, / quién nos sanará las cuitas?
(8)

La historia del mundo es la historia de la guerra

El origen de la tierra, y por supuesto del universo, es tema de estudio inacabado e inacabable. Su edad es solo la suposición de unos cuantos soñadores con el pasado. De lo que si podemos dar testimonio es que algún día, seguramente luego de millones de años, terminará su existencia y que poco a poco se acomoda y se reacomoda generando una normal expectativa o en no pocos casos, histeria, sobre el inminente fin del mundo. Las profecías y el cumplimiento de las catástrofes del Apocalipsis(9), especialmente al final de cada milenio(10), generan tanta angustia que los más temerosos ante la muerte, deciden anticipar la suya, para no padecer el dolor del cataclismo.
La teoría más aceptada sobre el origen del universo es la del Big Bang, que semeja una gran explosión en el universo todavía no creado y de la que aparecieron los astros y planetas, entre los que tenemos la tierra, un minúsculo elemento frente a la inmensidad de lo desconocido, y que está más allá de nuestros ojos y de nuestra imaginación.
Desde el primer momento de la aparición del ser humano sobre la tierra, ha luchado por su sobrevivencia. El mismo parto es un pequeñísimo big bang, que necesita el viviente como experiencia para enfrentarse a las dificultades que se le presentarán en adelante. Desde ese entonces la guerra, la lucha fratricida, ha sido el hilo conductor de la humanidad, por lo que la esperanza de la paz plena es solo una ilusión y más debiera el humano ocuparse de minimizar la guerra, que por seguir matándose y destruyéndose en busca del ideal inalcanzable de la paz.
La misma naturaleza, en su constante angustia por sobrevivir se despierta con violencia y provoca el fuego, el alud, el sismo, el tsunami, como mecanismos necesarios para regenerarse y seguir dando albergue a las especies.
Pero esos despertares propios de la perfección de la creación, no deben ser alterados, ni provocados por hechos de los hombres y cuando lo son, y el humano se hace conciente de su irrupción para dañar la armonía de la naturaleza, nace la necesidad de preservar lo natural del ambiente y entonces se recurre a la regulación de la conducta social por medio del derecho, entendido en su amplio sentido de leyes enriquecidas por la jurisprudencia.

Una controversia que no se puede ignorar

¿El calentamiento global se debe a un proceso natural del planeta o a los efectos de la gran industria promovida por las transnacionales?
Albert Arnold Gore Jr., ecologista que fue vicepresidente de los Estados Unidos (1993-2001) bajo la presidencia de Bill Clinton y premio Nobel de la paz en 2007 por su trabajo sobre el cambio climático, es director del documental Una verdad incómoda, acerca del calentamiento global, donde se responsabiliza a las empresas trasnacionales que lo generan e insta a emprender un camino de búsqueda de energías “limpias” que reconfiguran y perpetúan el mismo modelo de destrucción del planeta.
Las transnacionales no guardaron silencio y produjeron el documental La gran estafa del calentamiento global, para defender la tesis de que el calentamiento global de hecho no está conectado con las emisiones de carbono, sino que en realidad son manifestaciones de un proceso de cambio en curso, originado mayormente a partir de la actividad solar(11).
Las reflexiones que expongo en este trabajo, que no pretendo sustentar en ninguna investigación de científicos, me llevan a considerar que ambos documentales tienen mucho de verdad. Sin embargo, las empresas transnacionales y las nacionales que generan gran cantidad de residuos de carbono, que serán CO2, aceleran los cambios de la actividad solar y el desgaste natural del planeta. En últimas, son como promotoras del suicidio de la tierra y esta perversa manipulación debe controlarse.

El carácter de la ley

Según el Art. 4 del Código Civil de Colombia, el carácter de la ley es mandar, prohibir, permitir o castigar. Adelante, en el Art. 6 enseña que “La sanción legal no es solo la pena sino también la recompensa; es el bien o el mal que se deriva como consecuencia del cumplimiento de sus mandatos o de la trasgresión de sus prohibiciones.”
La recompensa es el premio, el favor, la virtud, el mérito, el pago, el estímulo que se da por alcanzar una meta, prestar un servicio o realizar una obra, así lo hecho sea simplemente el cumplimiento de un deber.
Generalmente se habla de la crisis de la justicia cuando no se castiga a quien viola la ley penal(12) y poco se reflexiona cuando son otras las leyes que se violan. La ley, se afirma, es para castigar, y no para premiar. Sin embargo, como se verá adelante, en cuanto se quiera recuperar el equilibrio del medio ambiente, que es como su vida y la garantía de su permanencia, parece más eficaz la ley que premia y estimula.
Que el carácter de la ley también puede ser el de premiar, se confirma con la cita que hizo el Doctor Marco Gerardo Monroy Cabra como Presidente de la Academia Colombiana de Jurisprudencia de Colombia, el 20 de septiembre de 2007 en el acto de develación del retrato del Académico Honorario José Enrique Arboleda Valencia. La cita es la siguiente: “Se dice por algunos que el derecho es un vehículo importante del cambio social, pero el problema es saber cómo opera y cuánto puede cambiar (Atienza siguiendo a F. Selznick). Expresa Nicolás López Calera: “En suma, el derecho no sirve para hacer milagros sociales o para hacer revoluciones, pero sería negar hechos históricos muy importantes si se afirmara que el derecho cumple sólo una función represiva y de control”.

El ser humano es depredador

Ahora invito a los lectores mayores de 50 años a recordar su entorno natural en tiempos de su infancia. Árboles por doquier, fauna de exóticas especies y fuentes de aguas abundantes y cristalinas. La ciudad era una pequeña aldea, tranquila y silenciosa, cómplice de la entrega al estudio y reflexión de lo que para ese entonces se consideraban propuestas liberadoras de la injusticia. Ahora el paisaje es diferente y en gran parte el ser humano ha sido el promotor de las mataciones.
La tierra y la naturaleza están programadas para tener cambios que les permiten convivir con el universo y facilitan la permanencia de las diferentes especies. José Eustasio Rivera, fue un escritor colombiano que viajó por la selva amazónica y retrató su vivencia en una excelente obra literaria que se llama La Vorágine. Al comienzo de la segunda parte de la novela se lee lo siguiente:
“¡Oh selva, esposa del silencio, madre de la soledad y de la neblina!. ¿Qué hado maligno me dejó prisionero en tu cárcel verde? Los pabellones de tus ramajes, cómo inmensa bóveda, siempre están sobre mi cabeza, entre mi aspiración y el cielo claro, que sólo entreveo cuando tus copas estremecidas mueven su oleaje, a la hora de tus crepúsculos angustiosos… ¡Tú me robaste el ensueño del horizonte y sólo tienes para mis ojos la monotonía de tu cenit, por donde pasa el plácido albor, que jamás alumbra las hojarascas de tus senos húmedos!
Tú eres la catedral de la pesadumbre, donde dioses desconocidos hablan a media voz, en el idioma de los murmullos, prometiendo longevidad a los árboles imponentes, contemporáneos del paraíso, que eran ya decanos cuando las primeras tribus aparecieron y esperan impasibles el hundimiento de los siglos venturos. Tus vegetales forman sobre la tierra la poderosa familia que no se traiciona nunca. El abrazo que no pueden darse tus ramazones lo llevan las enredaderas y los bejucos, y eres solidaria hasta en el dolor de la hoja que cae…
¡Déjame huir, oh selva, de tus enfermizas penumbras, formadas con el hálito de los seres que agonizaron en el abandono de tu majestad! ¡Tú misma pareces un cementerio enorme donde te pudres y resucitas!”
La muerte, la pudrición y la resurrección de la selva es un ciclo necesario para su supervivencia. Sin muerte no habría vida, porque la eternidad es la negación de la vida. Pero la selva y el bosque no pueden morir por la decisión unilateral de los seres humanos que las sacrifican para transformarlas en dinero, sin tener en cuenta el costo social que su destrucción conlleva.
El medio natural permanece porque todavía se conserva el equilibrio ecológico. Si se rompe, la vida no será posible. Para que haya invierno es necesario el verano. Para que haya primavera es necesario el otoño. Sin día no habría noche. Las moscas son necesarias, tanto como los carroñeros, que son máquinas que transforman la podredumbre en fertilizantes. Las diferentes fases de la luna son necesarias para la agricultura. La tecnología que solo busca el rendimiento óptimo, puede ser contraria a las leyes naturales, llegar a romper el equilibrio ecológico y atentar contra la vida del planeta.
Colombia se preció de ser uno de los países cultivadores del mejor café del mundo. Y lo fue. La roya y los avances tecnológicos aconsejaron el cambio de las plantas del café llamado comúnmente arábigo, que se volvía arbusto a la sombra de guamos, yarumos, chaviacos, tocuas, plátano, lancillos, peperos, por la especie caturro que se desarrolla en gran parte a cielo abierto.
Según Gabriel Silva, gerente de la Federación de Cafeteros de Colombia, “La caficultura colombiana actualmente cuenta con cerca de 870 mil hectáreas cultivadas, de las cuales viven más de 550 mil familias”. ¡Son 870 mil hectáreas que literalmente fueron deforestadas para sembrar pequeños arbustos de caturro y ahora variedad Colombia!. 870 mil hectáreas en las que se sacrificaron cerca de 500 millones de árboles y otros tantos en especies menores.
Este proceso de deforestación lo registra Don Nicolás Suescún, en un artículo titulado “Colombia, metáfora y paradoja. El país visto desde la poesía” y en cuyos apartes se lee:
“También hay poetas exóticos, que se mueven y respiran el aire de la cultura y la música europea, y que nos hablan de países extraños, y de la bohemia que es el más extraño de todos los países, habitada por seres nocturnos extremadamente pálidos y brillantes. El mayor de ellos, pero también el más colombiano, es León de Greiff, porque como dijo Jorge Zalamea, a Colombia, a la sociedad, lo ata el “vínculo del idioma”, que nadie ha manejado con mayor destreza y virtuosísmo. Todas las formas poéticas y parece que todas las palabras, y centenares de palabras inventadas o rescatadas del olvido y que solo quedarán en su obra. Pero hay en ella una visión única y descarnada, llena de gracia y de humor, de la realidad circundante, que para él fue el proceso de la colonización antioqueña.

Otra cosa es la acción viril, talando montes,
esguazando torrentes, desnarigando breñas, rompiendo la roca del oro,
desdoncellando la tierra germinadora,
vagando primitivo bajo el sol –sobre lentas
aguas o procelosas– indolente:
o haciendo versos, haciendo versos
lejos de la algazara citadina, lejos del vocerío
de aquestos pajarotes que alborotan y aturden
y se roban el grano…

Este fragmento es uno de los tantos en su obra que pintan esa saga, que taló los árboles centenarios de la propia Antioquia y de Caldas, Quindío, Risaralda y el norte del Tolima, labor destructora que fue continuada por los cultivadores del café caturro que talaron los maravillosos y centenarios bosques a la sombra de los cuales se daba el mejor café del mundo. Fue este un proceso similar al de la conquista pacífica de cualquier país. Pero la historia de Colombia ha sido la historia de la depredación, de la destrucción constante de la tierra, y ahora tenemos esas grandes haciendas utilizadas, ahora para enterrar a decenas de miles de personas inocentes… descuartizadas.”
Y don Andrés Hurtado García, un caminante aventurero que ha recorrido toda la epidermis de Colombia, en artículo titulado “Colores de Colombia. Verde” publicado en la revista Avianca de marzo de 2001, dice lo siguiente:
“En el principio fue el café arábigo. Verde - oscuras las hojas de unos arbustos entrañables sombreados por plátanos de color verde alegre o por guamas de tonalidad verde brillante. En el cafetal había para todos: granos rojos para la familia y para el progreso, y guamas, guayabas agrias, zapotes y naranjas para los pájaros y los muchachos. Los paisas crecieron el monte, comiendo guamas y bañándose en el río.
Luego vendría a mezclarse el caturro, que no exige sombra; verde también. Diseminadas entre ese verde amontonamiento de arbustos que son los cafetales se encuentran las casas de las fincas. La arquitectura cafetera es la única que ostenta orgullosa personalidad en Colombia: Casas de madera con corredores en todo el derredor, pintadas en colores vistosos y chillones pero no chocantes. Y toches, azulejos, cardenales y loros revoloteando en los árboles vecinos. Por ello los quindianos y luego los risaraldenses y los caldenses comenzaron a ofrecer a Colombia un turismo de alta calidad espiritual, cultural y humana, amén de paisajística y entrañable, como es el agroturismo de las fincas cafeteras.”
Y a todo lo anterior Colombia ha tenido que sumar la ruina vegetal, la pérdida de especies y el deterioro de sus recursos naturales debido a un conflicto armado interno o a la presencia de grupos ilegales o guerrilleros, para este caso el nombre es lo de menos, pues solo añoramos que termine la debacle.
A este conflicto se refirió Don Fernando Estrada Gallego, en nota publicada en El Tiempo, el 18 de septiembre de 2007, y de la que tomo los siguientes apartes:
“Las investigaciones sobre cambio climático y conflicto merecen un capítulo especial en el caso de Colombia. Veamos por qué.
Necesitamos estudiar cuánto ha afectado el conflicto armado la redefinición territorial de las poblaciones en zonas estratégicas de paramilitares y guerrilla(13). Las variaciones y los cambios de clima derivados de la sustitución de cultivos tradicionales por la hoja de coca. En el caso de Urabá y el Bajo Cauca Antioqueño, los estudios demuestran que la transformación del medio ambiente se relaciona con los monocultivos de palma de aceite y una concentración de tierras despojadas a poblaciones desplazadas por guerrilleros y paramilitares. Que los proyectos agroindustriales derivados de la palma de aceite y la prospectiva para generar riquezas con base en los biocombustibles han tenido costos sociales muy altos.
Sencillamente, los empresarios deberían poder reflejar que sus inversiones en estas regiones no han estado manchadas por crímenes y masacres.”
Agrego que los criminales pretenden abonar la patria con el humus de los cadáveres.
El título de este ensayo es el de una canción del maestro Jorge Velosa, un artista campesino, nacido en el bellísimo departamento de Boyacá, cuna de la libertad, formado intelectualmente en la Universidad Nacional como médico veterinario y promotor del género musical denominado carranga. Uno de sus trabajos se llama EN CANTOS VERDES y una de sus canciones PÓNGALE CARIÑO AL MONTE, cuyos apartes rezan:

El monte se está acabando / Y lo seguimos quemando
Y lo seguimos talando / el monte se va a morir.
………
¿Qué será de mí? / ¿Qué será de él?
¿Qué será de todos? / ¿Qué vamos a hacer…?
………..
Si el montecito es el agua / Si el monte es la vida entera
¿Por qué de tan cruel manera / Lo ponemos a sufrir?.
¿Qué será de todos? / ¿Qué vamos a hacer?

Y seguramente lo único que no debemos seguir haciendo es acuerdos internacionales, dictando leyes y creando comités. Lo que debemos hacer es parar la tala de los bosques e incentivar y estimular la resiembra de los terrenos que están en vía de volverse desiertos, con especies nativas para imitar la naturaleza. Todo lo demás es simple ejercicio intelectual o político.
Y al lado de la pérdida del bosque se ha vivido la extinción y muerte de la fauna, algunas de cuyas especies están definitivamente perdidas y simultáneamente hemos registrado la desaparición de las fuentes de agua.
Vuelvo con don Andrés Hurtado García, quien en un artículo cuya fecha no tengo registrada, “nos invita por las buenas” para que reflexionemos sobre la necesidad de preservar los bosques y las fuentes de agua. Dice en su columna:
“Y con dolor he visto, veo cómo desaparecen los bosques nativos, los de las cordilleras y los de las selvas bajas. Tengo la infinita desgracia de haber fotografiado ríos hermosos y al volver a los años a contemplarlos de nuevo me he encontrado con cauces secos y pedregales. Algunos ríos secos se rellenaron para utilizar este espacio desperdiciado.
Oiga Colombiano: nosotros éramos hasta hace poco el cuarto país del mundo en riqueza de agua, y ahora somos el 25, el vigésimo quinto. Oiga hermano, nos estamos quedando sin agua. En el gobierno anterior estuvimos un año, la cuarta parte del gobierno presidencial sin luz; y ahi vamos. Pero sin agua no podemos vivir. Oiga compatriota, piense usted en lo terrible que será abrir la llave y no tener agua para comer, para lavar la ropa, para bañarse, para todo…
Si usted tiene hacienda o una tierrita cuide los nacimientos de agua. Siémbreles a la redonda y a todo lo largo del cauce árboles nativos y matas de las que favorecen el agua; no siembre ni pinos ni eucaliptos por que la chupan. No tema perder unos metros de potrero o de sembrado si a cambio asegura el agua. Mientras más bosque siembre, mejor. Y vaya de vez en cuando para que sienta la emoción de ver cómo el agua, el agua pura, fresca y de la vida, va aumentando.”
En marzo de 2006, a raiz del IV Foro Mundial del Agua, que se celebró en la ciudad de México, se afirmó que según estudios serios, dentro de 20 años Colombia tendrá un déficit del 70 por ciento de agua y que el panorama hídrico mundial es desolador. El consumo se multiplicó por seis en el siglo XX y solo el 3 por ciento del líquido del planeta es potable. No es para menos. La falta del líquido y de medios de evacuación provoca entre 8.000 y 25.000 muertes diarias, de las cuales la mitad es de menores de edad, según estudios de organismos internacionales como ONU, OMS, UNESCO y UNICEF. Posiblemente las guerras del futuro no serán por el petróleo, el oro negro, sino por el agua, el oro cristalino, como lo llamó en reciente homilía el Papa Benedicto XVI.
La imaginación de los ecologistas de la catástrofe ha puesto a circular a través de correos electrónicos una “Carta escrita en el 2070” y en la que un anciano moribundo de 50 años, recuerda que cuando tenía cinco años, había muchos árboles en los parques, las casas tenían bonitos jardines y él podía disfrutar quedándose debajo de la ducha por una hora. Recuerda que había muchos anuncios que decían “CUIDA EL AGUA”, pero se pensaba que el agua jamás se podía terminar. Al final su hija le pregunta: ¡Papá! ¿Por qué se acabó el agua? Y el responde: Porque pertenezco a la generación que terminó destruyendo el medio ambiente o simplemente no tomó en cuenta tantos avisos. ¡Cómo me gustaría volver atrás y hacer que toda la humanidad hubiera comprendido esto... cuando todavía se podía hacer algo para salvar nuestro planeta Tierra!
El mensaje debe quedar en la mente de cada uno de los vivientes del año 2007.
Y como algo positivo que debe registrarse, comparto la tarea que hace el Comité Departamental de Cafeteros de Cundinamarca en varios municipios en alianza con el Banco alemán KFW, (Kreditanstalt für Wiederaufbau, Banco de Crédito para la Reconstrucción) para incentivar la conservación y el enriquecimiento del bosque:

1. Para las fincas que poseen bosques naturales adecuadamente conservados, se fomenta su protección mediante un incentivo económico.
2. En las áreas de bosques naturales que se encuentran rodeados de zonas ganaderas, se adelantan actividades para aislarlas del ganado. Se promueve la plantación de cercas vivas.
3. En aquellas áreas donde existían bosques naturales que requieran incrementar el numero de árboles por unidad de área, se plantarán 120 árboles por hectárea de especies maderables para aumentar la diversidad y promover las especies forestales en el municipio.
4. Solamente se trabajará café con sembrío de especies maderables en una densidad de 250 árboles por hectárea.

Esta experiencia no ha sido exitosa, porque solo algunas especies maderables han sido nativas o se han adaptado al ecosistema. Los robles no superaron la prueba de aclimatación.
No menos importante es registrar que en varios municipios de Cundinamarca(14), para estimular la preservación del bosque y de las fuentes hídricas se concede un descuento hasta del 50% del valor del impuesto predial, según la densidad del bosque comprobada por la Umata(15).

Y el Estado también es depredador

El Estado, una ficción jurídico política, cuyo concepto es inacabado, por actos u omisiones de sus funcionarios, más por estas que por aquellos, también contribuye a la depredación del medio ambiente.
La equivocada sustitución del cultivo del café, a la que hice referencia, compromete la responsabilidad del Estado. La tolerancia en la explotación antitécnica de los hidrocarburos y sus derivados, así como del carbón a cielo abierto, ha puesto en alerta a las comunidades indígenas, dueñas de la madre tierra. La política de fumigación aérea para combatir los cultivos de marihuana y de coca ha causado estragos en las poblaciones olvidadas de la selva, expuestas a ser devoradas por la manigua, despertaron con el ruido ensordecedor de los aviones que los lavan, junto con sus cultivos y ganados con glifosato, un veneno tipo II, que no distingue entre marihuana y cultivos de pan coger como la yuca y el plátano o el cuerpo de una bestia o de una animal salvaje o silvestre. Colombia tiene pendiente un gran pleito que posiblemente le iniciará Ecuador por las fumigaciones para controlar el incremento de cultivos sobre la margen del río Putumayo.
Esta reflexión es independiente de las consideraciones políticas que se han generado por los operadores de las empresas transnacionales con las que se ha contratado la explotación del vientre de la tierra(16).

El marco legal

A nivel internacional

A nivel internacional y subregional existen protocolos, convenios y declaraciones que de manera específica comprometen a los países firmantes para realizar acciones tendientes a la recuperación y protección del ambiente, de tal manera que los habitantes de cada país puedan gozar del derecho a un ambiente sano.
Entre los más importantes, por su relación con el tema desarrollado, me permito citar los siguientes:
El Convenio de Ginebra de 1949, que establece que en la realización de la guerra se velará por la protección del medio ambiente natural contra daños extensos, duraderos y graves.
La Declaración de Estocolmo de 1972, sobre el medio humano que es semilla del derecho ambiental internacional.
El Protocolo de Montreal de 1983, relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono. Este Protocolo fue enmendado en 1992.
El Convenio de Viena, de 1985 que declara que los firmantes son conscientes del impacto potencialmente nocivo de la modificación de la capa de ozono sobre la salud humana y el medio ambiente y recuerdan las disposiciones pertinentes de la Declaración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, y en especial el principio 21, que establece que, de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas y con los principios del derecho internacional, “los Estados tienen el derecho soberano de explotar sus propios recursos en aplicación de su propia política ambiental y la obligación de asegurar que las actividades que se lleven a cabo bajo su jurisdicción o control no perjudiquen el medio de otros Estados o de zonas situadas fuera de toda jurisdicción nacional”.
La declaración de Río de 1992 que contempla los principios universales y del desarrollo sostenible, y por la cual se consagró el principio de que el desarrollo económico, la cohesión social y la protección del medio ambiente eran inseparables y formaban parte de un mismo conjunto.
El protocolo de Kyoto, Japón, de 1997, por el que se acordó reducir la emisión de gases de invernaderos  y que los 39 países más industrializados reducirán sus emisiones de gases a un 5.2 %. En la  práctica,  los acuerdos han sido incumplidos y en algunos casos algunos representantes de países ricos ni siquiera han firmado.
En el Protocolo de Kyoto, Japón, se acordó que los países industrializados deben reducir la emisión a la atmósfera de 6 tipos de gases de invernadero, que contribuyen al calentamiento global, en un mínimo de 5.2% en el período comprendido entre 2008 y 2012.  El próximo 3 de diciembre en Bali, se revisará el protocolo de Kyoto, para facilitar su firma y porque según piensa el Señor Secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, “Debemos asegurarnos de que nuestros nietos no tendrán que sufrir las consecuencias y preguntarse por qué fracasamos en esto”.

A nivel constitucional

La Constitución Colombiana de 1991, es una de las que más protege el Estado Social de Derecho en el mundo y la H. Corte Constitucional ha sido guardiana de su integridad y ha garantizado la protección real de los derechos que se consagran a favor de los individuos, la comunidad y la sociedad.
Entre esos derechos está el de la vida y vivienda dignas y el del ambiente sano, cuya protección ha sido objeto de pronunciamientos en acciones de tutela y por vía administrativa en acciones populares o de grupo para la defensa de los derechos colectivos.
Del estudio sistemático de la Carta, la H. Corte Constitucional llegó a la conclusión de que, inmersa en su contenido, hay una constitución que denominó ecológica y a la cual se refiere, entre otras muchas providencias en la sentencia C- 375 de 1994, Mag. Dr. Antonio Barrera Carbonell, en los siguientes términos:
“MEDIO AMBIENTE. Preservación y restauración. CONSTITUCIÓN ECOLÓGICA. Se justifica también la constitucionalidad de las normas examinadas desde el punto de vista ambiental, bajo el entendido de que le corresponde al Estado no sólo la obligación de preservar y restaurar los recursos naturales y el ambiente, sino prevenir las consecuencias ambientales de las contingencias del mundo físico, y proveer lo indispensable para reparar los daños que las eventualidades de la naturaleza indicada pudieren ocasionar. La Constitución de 1991 contiene un variado número de preceptos en materia ambiental que la han identificado como una Constitución ecológica”.
Y en Sentencia C-299/99, Magistrado Ponente, Dr. Fabio Morón Díaz, reitera la existencia de la Constitución Ecológica, cuando afirma:
“Dentro de esta perspectiva, debe esta Corporación reiterar que el derecho a gozar de un ambiente sano le asiste a todas las personas habitantes del territorio nacional, de modo que su preservación, le impone un deber permanente a todas las autoridades públicas y aún inclusive a los particulares de proteger el sistema medio ambiental con su correspondiente biodiversidad, como quiera que los efectos ambientales repercuten dentro de algunas zonas geográficas, por algunas actividades humanas, ello implica que, como en el caso sub examine la ley de regalías haya dotado a las autoridades correspondientes de disposiciones jurídicas, como la demandada, que permiten a la Comisión Nacional de Regalías, mediante la redistribución de regalías, proteger la diversidad e integridad del ambiente y conservar áreas de especial protección ecológica en los municipios que constituyen áreas geográficas por donde se transportan recursos naturales no renovables. Todo ello, dentro del desarrollo de los principios ecológicos modernos, que la Constitución del 91 introdujo dentro de una Constitución ecológica que pretende regular las relaciones entre la sociedad, su aparato productivo y la naturaleza, conforme a los principios del desarrollo sostenible, y cuyo propósito esencial es la protección del medio ambiente sin sacrificar el desarrollo económico de la sociedad. En efecto, la Carta de 1991 consagró la tutela al medio ambiente mediante una dimensión ecológica pues de un lado aparece el derecho de todas las personas a gozar de un ambiente sano, y finalmente, de la Carta se deriva un conjunto de obligaciones impuestas a las autoridades públicas y a los particulares, principio que irradia todo el ordenamiento jurídico”.
No existe duda de que la Constitución quiere una Colombia con un ambiente sano, que en términos de doctrinantes argentinos equivale a un Estado sano o ecológico, y así lo ratifica el H. Consejo de Estado, SECCIÓN TERCERA, en acción popular para pedir protección al medio ambiente, consejera ponente, Dra. RUTH STELLA CORREA PALACIO, en sentencia de fecha 16 de abril de 2006, en los siguientes términos:
“La protección constitucional del medio ambiente sano prevista en nuestro ordenamiento Constitucional en los artículos 8º, 49, 58 inciso segundo, 79,80 88, 95.8, 268.7, 317, 332, 334, 339, 340 y 366 de la Carta, refleja la preocupación del Constituyente de 1991 por la tutela efectiva de un derecho colectivo cuyo desarrollo normativo es reciente. Sistema normativo constitucional ecologista, preocupado por el desarrollo sostenible, que encuentra en la acción popular un instrumento idóneo y eficaz para su tutela efectiva, en el marco de lo que la jurisprudencia constitucional denomina Constitución Ecológica, como conjunto articulado de disposiciones fundamentales que regulan las relaciones entre la sociedad y la naturaleza, en orden a proteger el medio ambiente”(17).
A todo lo anterior debe sumarse la riqueza legal que permite, por desgracia de una manera no sistematizada y armónica, la protección del medio ambiente, en muchos casos de forma que no pasa de la simple retórica.

A nivel legal

De la innumerable lista de leyes hasta resoluciones y directivas del más lejano inspector de recursos naturales, solamente me permito traer a la memoria las siguientes:
La ley 3 de 1961 por medio de la cual se creó la Corporación Autónoma Regional de la Sabana de Bogotá y de los Valles de Ubaté y Chiquinquirá, origen de las 26 que existen en la actualidad, como entes corporativos de carácter publico, dotados de personería jurídica, autonomía administrativa y financiera, patrimonio propio e independiente y cuyos funciones en una larga enumeración tienen como finalidad la de administrar dentro del área de su jurisdicción, el medio ambiente y los recursos naturales renovables y propender por su desarrollo sostenible, de conformidad con las disposiciones legales y las políticas del Ministerio del Medio Ambiente.
El Código de Recursos Naturales Renovables y de Protección al Medio Ambiente, expedido mediante Decreto con fuerza de ley No. 2811 de 1974.
Ley 99 de 1993, por medio de la cual se creó el Ministerio del Medio Ambiente, compleja autoridad administrativa que se apoya en el Viceministerio de ambiente, en el Viceministerio de vivienda y desarrollo territorial y en el Viceministerio de agua y saneamiento y que tiene que entenderse, de manera armónica como lo ordena la Constitución, para garantizar a los seres humanos una vida saludable y productiva en armonía con la naturaleza, con el numeroso Consejo Nacional Ambiental, el cual está integrado por los siguientes miembros:

• El Ministro del Medio Ambiente, quien lo presidirá.
• El Ministro de Agricultura.
• El Ministro de Salud.
• El Ministro de Desarrollo Económico.
• El Ministro de Minas y Energía.
• El Ministro de Educación Nacional.
• El Ministro de Obras Públicas y Transporte.
• El Ministro de Defensa Nacional.
• El Ministro de Comercio Exterior.
• El Director del Departamento Administrativo de Planeación Nacional.
• El Defensor del Pueblo.
• El Contralor General de la República.
• Un representante de los gobernadores.
• Un alcalde representante de la Federación Colombiana de Municipios.
• El Presidente del Consejo Nacional de Oceanografía.
• Un representante de las comunidades indígenas.
• Un representante de las comunidades negras.
• Un representante de los gremios de la producción agrícola.
• Un representante de los gremios de la producción industrial.
• El Presidente de ECOPETROL o su delegado.
• Un representante de los gremios de la producción minera.
• Un representante de los gremios de exportadores.
• Un representante de las organizaciones ambientales no gubernamentales.
• Un representante de la universidad elegido por el Consejo Nacional de Educación Superior -CESU-.
• Un representante de los gremios de la actividad forestal.

La ley 79 de 1986, por la cual se provee a la conservación del agua y se declaran áreas de reserva forestal protectora, para la conservación y preservación del agua todos los bosques y la vegetación natural que se encuentren en los nacimientos de agua permanentes o no, en una extensión no inferior a doscientos (200) metros a la redonda, medidos a partir de la periferia y todos los bosques y la vegetación natural existentes en una franja no inferior a cien (100) metros de ancho, paralela a las líneas de mareas máximas, a cada lado de los cauces de los ríos, quebradas y arroyos, sean permanentes o no y alrededor de los lagos, lagunas, ciénagas o depósitos de agua que abastezcan represas para servicios hidroeléctricos o de riego, acueductos rurales y urbanos, o estén destinados al consumo humano, agrícola, ganadero, o la acuicultura o para usos de interés social.


La ley 1021 de 2006, por la cual se expide la Ley General Forestal, y que tiene por objeto establecer el Régimen Forestal Nacional, conformado por un conjunto coherente de normas legales y coordinaciones institucionales, con el fin de promover el desarrollo sostenible del sector forestal colombiano en el marco del Plan Nacional de Desarrollo Forestal. Declara de prioridad nacional e importancia estratégica para el desarrollo del país la conservación y el manejo sostenible de sus bosques naturales y el establecimiento de plantaciones forestales en suelos con vocación forestal, los mismos que se ejecutarán en armonía con los instrumentos relevantes de Derecho Internacional de los que la República de Colombia es parte signataria y se crean acciones para detener la deforestación y la tala ilegal de los bosques, así como para promover el desarrollo sostenible del sector forestal, las cuales deberán ser adoptadas y ejecutadas de manera conjunta y coordinada entre el Estado, la sociedad civil y el sector productivo, propendiéndose al acceso equitativo a los recursos y a su aprovechamiento integral, en el marco de los requerimientos básicos para la conservación de los ecosistemas y su diversidad biológica.


Las leyes 599 de 2000 y 1028 de 2006, artículos 327-A hasta 338, que sancionan los delitos de apoderamiento de los hidrocarburos, sus derivados, biocombustibles o mezclas que los contengan y otras disposiciones y las conductas contra los recursos naturales y el medio ambiente. Los primeros ponen en grave peligro el medio ambiente de manera puntual cuando los delincuentes toman el hidrocarburo del oleoducto o del gasoducto y se causan incendios o derrames del producto que al final llega a las fuentes hídricas. Los segundos, son daños causados directamente en el recurso natural o en el medio ambiente y cuya aplicación debe armonizarse con las normas de los códigos de policía que se aplicarán cuando la lesión al bien jurídico tutelado no configure delito y deba calificarse como contravención.


Por ser abogado defensor de la familia, debo recordar que la ley 1098 de 2006, Código de la Infancia y la Adolescencia, tiene, entre otras, como finalidad garantizar el pleno y armonioso desarrollo de los menores en un ambiente de felicidad, amor y comprensión para asegurarles su derecho a una buena calidad de vida, recreación y vivienda segura, dotada de servicios públicos esenciales en un ambiente sano, en condiciones de dignidad.


La protección legal del medio ambiente en los códigos de policía o de convivencia ciudadana
Los códigos de policía, de convivencia ciudadana, son normas que regulan el buen vivir en la polis, o lo que es lo mismo, en la ciudad. Al decir del Código del Departamento de Antioquia,”tienen por objeto la preservación, el mantenimiento y el restablecimiento del orden público, mediante la regulación del ejercicio de derechos y libertades públicas, el cumplimiento de los deberes correlativos y el desarrollo de la función y la actividad de policía, cuya finalidad es la de asegurar las condiciones necesarias a los habitantes, para garantizar el mantenimiento de la convivencia pacífica, el respeto de los derechos fundamentales consagrados en la Constitución y los Tratados Internacionales”.


Los principios rectores para lograr los fines enunciados son la solución de conflictos mediante la conciliación, la prevención de conductas ilícitas, el restablecimiento del orden público, la educación masiva para la convivencia en paz, la tolerancia para el logro de una cultura pedagógica que permita la construcción de una nueva sociedad, en la que haya un espacio sano para el libre desarrollo de los seres humanos y de toda la comunidad, la solidaridad de los particulares en su vida pública y privada, la primacía del interés general para garantizar el goce de los derechos fundamentales constitucionales consagrados en favor de las personas, la igualdad que, mediante la aceptación de las diferencias, permite el reconocimiento de los derechos de las personas que por su condición económica, física o mental se encuentren en circunstancias de debilidad manifiesta, y el respeto de la dignidad humana que permite garantizar a los individuos los derechos que le corresponden por el solo hecho de existir.


La policía previene la comisión de ilícitos y debe educarse al individuo de tal manera que forme barreras morales o culturales que le impidan violar la ley, siendo él mismo el primer policía que vigile sus actos. Esto es lo que se denomina cultura ciudadana y que en la voz de La Corporación Risaralda Etica, CREE, “forma ciudadanos animados por la voluntad de contribuir a que la sociedad sea cada vez más justa, transparente y civilizada, mediante el fortalecimiento de la cultura ciudadana, a través de la educación en valores éticos, el estímulo de la participación y la convivencia, así como la consolidación de la democracia y el desarrollo de actividades que velen por el manejo eficiente y honesto del patrimonio público”.
Un ciudadano culto, entenderá, por ejemplo, que el semáforo es una autoridad que le habla para indicarle cuándo puede avanzar y cuándo debe esperar y que un recipiente de desechos es como el banco en el que debe depositar esa riqueza inapreciable que despectivamente se denomina basura, la que inadecuadamente manejada y vertida a los ríos y quebradas lenta e imperceptiblemente se va apoderando del cauce hasta cuando llegue el momento en el que los ríos se desmadren y los mares se enfurezcan y les pasen cuentas a quienes osaron ocupar sus lechos y fondos naturales.
En los códigos de policía, están las primeras normas que protegen el medio ambiente, la flora, la fauna y el agua.


Es así como previene y sanciona toda conducta que se considere como desorden doméstico, tales como las discordias que causen escándalo o hagan temer la comisión de una conducta punible, entre los miembros de una familia o cuando los conflictos referidos, se presenten entre personas que habitan una casa común. Estos “pequeños desórdenes” pueden ser la causa de hechos que atenten contra el ambiente sano, que no debe considerarse solamente en su dimensión física, sino también en su aspecto afectivo y espiritual.


Respecto del ambiente físico se encuentran normas que disponen que las autoridades de policía actuarán en coordinación con las entidades administrativas, encargadas de la protección del ambiente, y les prestarán la colaboración necesaria en la ejecución de sus decisiones; que los Alcaldes, Inspectores de Policía y los Corregidores Municipales promoverán con las entidades cívicas y establecimientos educativos, campañas permanentes de protección ambiental y conservación de la flora y la fauna; que se prohíbe arrojar, depositar o mantener desechos de cualquier naturaleza, basuras o residuos en general, en los andenes, antejardines, lechos de los ríos y quebradas, lotes sin edificar, áreas de inundación, vías, desagües y demás sitios donde estos puedan ocasionar contaminación o causar perjuicio a terceros, que se prohíbe arrojar o depositar animales muertos, en los sitios enunciados, que está prohibido lavarse, bañarse, lavar animales, vehículos a motor o similares, dejar nadar o beber animales, arrojar cualquier tipo de producto u objeto o enturbiar el agua, que se prohíbe prender fuego en las vías públicas o cerca de viviendas o locales comerciales y que los Alcaldes, en coordinación con las autoridades competentes, desarrollarán y promoverán programas que estimulen el reciclaje o manejo de residuos con las características especiales de cada municipio, y, en particular, según las costumbres locales de recolección de basuras o desechos.


Respecto del estímulo considero valioso destacar el Código de Convivencia del Departamento del Meta que contempla que el cumplimiento de las normas debe hacerse más por tener calidad de vida y respeto por la comunidad, que por la amenaza de castigos. Para lograr este alto grado de civilización se deben organizar caminatas ecológicas y jornadas de siembra de árboles y debe estimularse a los ciudadanos, y por supuesto que también a los menores de edad, para que participen en actividades comunitarias y conferir incentivos a quienes reutilicen los escombros y hagan reciclaje. No menos importante es resaltar que en el Departamento del Meta, se creo el PREMIO AL BUEN CIUDADANO para aquellas personas que sobresalgan por sus servicios para mejorar la calidad de vida de sus conciudadanos.


Respecto de la tutela del medio ambiente debe destacarse que en los códigos de Policía de los departamentos del Meta y del Valle, se encuentran normas para proteger a los equinos, vacunos y caninos, darles buen trato, evitar que sus cadáveres sean arrojados a las vías públicas, contaminen el agua. Se estimula la prevención y control de incendios y calamidades conexas, seguramente para que Colombia no tenga que vivir el fuego(18) que en agosto de 2007, arrasó la gente, la historia y los olivos centenarios de Grecia, en gran parte, afirman los expertos, debido al cambio climático(19).
También hay normas para velar por la protección y vigilancia de los Recursos Naturales Renovables por ser patrimonio de la comunidad, de tal manera que no se pueden talar los bosques, montes, rastrojos o potreros en laderas y nacimientos de aguas o márgenes de corrientes, lagunas y demás depósitos naturales de agua.
Está prohibido el comercio de animales silvestres, y los decomisados deberán ser entregados a la entidad competente para que proceda a su reubicación o liberación al medio natural de origen.
Se debe vigilar para que en el ejercicio de la pesca o de las actividades relacionadas con ella, no se cometan actos o conductas que atenten contra la conservación de los recursos hidrobiológicos, tales como empleo de explosivos, barbasco y sustancias venenosas que causen la muerte o aletargamiento de las especies o daño a sus refugios o criaderos o contaminen las aguas donde tengan su hábitat.
Y se debe velar porque se cumplan las disposiciones legales actualmente vigentes en materia de aguas, incluyendo el control de la contaminación del recurso hídrico y la especial protección de las playas, lagos, lagunas, ríos, humedales, madre viejas y chucuas.
Y quien sin autorización del funcionario competente corte, arranque o destruya los árboles, arbustos, flores, frutos y prados de las plazas, parques, jardines y vías públicas, incurrirá en multa de uno (1) a cinco (5) salarios mínimos legales diarios vigentes, pero no se le obliga a sembrar y cuidar, hasta su crecimiento de supervivencia, por lo menos tres árboles por cada uno que haya sacrificado.

La educación y la formación de cultura ciudadana

El Código Nacional de Recursos Naturales(20), dispone que el Gobierno procurará incluir cursos sobre ecología, preservación ambiental y recursos naturales renovables en los programas de educación primaria, secundaria y universitaria. En el plan nacional de desarrollo 2003-2006 se recomienda implementar la política nacional de investigación ambiental y la política nacional de educación ambiental.
La verdad es que el Gobierno no ha procurado incluir una verdadera educación ecológica, ni ha implementado una sana educación ambiental.
Hasta el 2005, en los colegios de educación secundaria, ahora educación básica y media, en los colegios, se dictaron 40 horas años de ecología. Luego del 2005 la clase se llama ciencias naturales y educación ambiental y se enseñan solamente 10 horas año por grado. Los temas a desarrollar quedan a discreción del docente. Por medio del decreto 1743 de 1994, se regulan los proyectos ambientales escolares, conocidos como PRAE y su desarrollo queda también a discreción del docente y en muchos colegios, o instituciones educativas como ahora se llaman, todavía no ha habido un profesor indiscreto que apadrine el proyecto.


A Todo lo anterior hay que sumar que muchos colegios en las ciudades son moles de cemento, sin ningún elemento ecológico y que los que tienen el privilegio de contar con una zonas verdes las destinan para prados y canchas de balompié, o simplemente no cuentan con los recursos mínimos para formar una cultura ecológica, por lo menos básica, Esta área es opcional y para muchos estudiantes es degradante porque consideran que la vida en el campo es para personas incultas o desprovistas del recurso económico necesario para gozar del hedonismo de la ciudad.
Al margen de esta triste realidad, merece la pena mencionar que los colegios CHAMPAGNAT, dirigidos por los hermanos maristas, se han comprometido en la teoría y en la práctica con proyectos ecológicos bajo el lema del gran poeta Porfirio Barba Jacob, “El corazón del campo te dará su vigor para entrar en el último sueño”. Las salidas ecológicas tienen como finalidad poner a los estudiantes en contacto con la naturaleza, sentir la paz del campo, aficionarlos a ella y traerles descanso y salud.


Y para tomar conciencia sobre la necesidad de recuperar y proteger el medio ambiente, se ha dado a luz al llamado CALENDARIO ECOLÓGICO, para celebrar desde el 26 de enero hasta el 29 de diciembre, los siguientes días de reflexión, para la mayor parte del planeta totalmente desconocidos:
Día nacional de la educación ambiental, día internacional de los humedales, día internacional del control biológico, día mundial del agua, día mundial del clima, día mundial de la tierra, día nacional del reciclaje, día mundial de los bosques, día mundial sin tabaco, día mundial del medio ambiente, día latinoamericano de las frutas, día contra los desechos nucleares, día mundial de la biodiversidad, día mundial de la preservación de la capa de ozono, día mundial del hábitat, día nacional de las aves, día del árbol, día ambientalista latinoamericano y día internacional de la diversidad biológica.
De los mensajes y reflexiones que he transcrito se debe concluir que la responsabilidad de la recuperación y del cuidado del medio ambiente no es sólo de las grandes empresas, de los gobiernos y de la aplicación de las sanciones a que se hacen merecedores quienes lo dañan, sino también de los particulares como expresamente lo ordena el Art. 2 de la ley 23 de 1973, que es el aspecto sobre el cual quiero que se tome conciencia con este ensayo. De los miles de correos electrónicos que me llegan sobre el tema, traslado el siguiente aparte:


“Lo que cada habitante de la Tierra haga para prevenir estos fenómenos es clave para salvar el planeta, nuestras vidas y las de nuestras futuras generaciones. Contempla la ley de las tres erres que debemos, Reciclar, Reducir el consumo innecesario e irresponsable y Reutilizar los bienes. Al recuperar cajas de cartón o envases contribuimos a que se talen menos árboles, encargados de capturar metano y de purificar el aire. Al reutilizar 100 kilogramos de papel se salva la vida de al menos 7 árboles”.

Acciones ante las autoridades

Ante el peligro de daño del medio ambiente o ante un daño real, de oficio los funcionarios encargados de velar por la preservación del entorno vital y la defensoría del pueblo, la Contraloría general, la Procuraduría, las Personerías y los particulares en interés de la defensa de un derecho colectivo o de uno personal, pueden interponer las acciones legales con las cuales debe recibirse una protección mas o menos inmediata para evitar el perjuicio o para reparar el causado.
Referiré solo una muestra de los resultados de algunas acciones interpuestas ante las autoridades.

Ante las inspecciones de policía

Existe un Código Nacional de Policía expedido en el año de 1970, cuya revisión está prevista para el año 2008. En cada departamento y en Bogotá D.C. hay un código de policía o de convivencia, cuyas normas son recientes y en las que se amparan los recursos naturales. Los daños al medio ambiente se sancionan con multa y cuando se trata de tala de árboles, además con reposición de un número de plantas que permita recuperar el daño causado.

Las CAR

Tienen facultad para sancionar al infractor de las normas sobre protección ambiental o sobre manejo y aprovechamiento de recursos naturales renovables, mediante resolución motivada y según la gravedad de la infracción, entre otras, con multas diarias hasta por una suma equivalente a trescientos (300) salarios mínimos mensuales, liquidados al momento de dictarse la respectiva resolución; amonestación verbal o escrita; suspensión de obra o actividad, cuando de su prosecución pueda derivarse daño o peligro para los recursos naturales renovables o la salud humana, o cuando la obra o actividad se haya iniciado sin el respectivo permiso, concesión, licencia o autorización.
Es importante aclarar que el pago de las multas no exime al infractor de la ejecución de las obras o medidas que hayan sido ordenadas por la entidad responsable del control, ni de la obligación de restaurar el medio ambiente y los recursos naturales renovables afectados y que las sanciones se aplicarán sin perjuicio del ejercicio de las acciones civiles y penales a que haya lugar.

Las contralorías

El 28 de mayo de 2007, la Contraloría de Bogotá lanzó una campaña para proteger humedales capitalinos, con el objetivo de preservar el patrimonio que representan los doce humedales de la ciudad y concientizar a la ciudadanía acerca de la importancia de su preservación. La campaña se denomina “Siembra un humedal en tu corazón”.

La defensoría del pueblo

Ha seguido de cerca los procesos relativos a las acciones populares y de grupo y ha publicado y repartido varias publicaciones entre las que reseño “El derecho humano al agua” y “Los derechos colectivos y su defensa a través de las acciones populares y de grupo”. En el primero se hace un estudio sobre el agua en la Constitución, la jurisprudencia y los instrumentos internacionales. En el segundo reflexiona acerca de la naturaleza jurídica de los derechos colectivos, el trámite de la acción popular y de las acciones de grupo. Es muy fácil tener un ejemplar de esos trabajos.

Conceptos al Consejo de Estado

El Gobierno pidió concepto a la Sala de Consulta del H. Consejo de Estado sobre si las corporaciones autónomas regionales tienen competencia para la construcción, mantenimiento, administración, ejecución y operación de obras de infraestructura necesarias “para la defensa y protección o para la descontaminación o recuperación del medio ambiente y los recursos naturales renovables”, las cuales dentro de su función de saneamiento básico y mejoramiento ambiental puede comprender la ejecución de obras de acueductos urbanos y rurales, alcantarillado, tratamiento de aguas y manejo y disposición de desechos líquidos y sólidos, dentro de la jurisdicción de las entidades territoriales que las integran.

Acciones populares

Son resueltas por los jueces de lo Contencioso Administrativo. En el proceso de F G L G contra el Municipio de Popayán, por la construcción de un acueducto, el H. Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Primera, Consejera ponente: Dra. Martha Sofía Sanz Tobón, en sentencia de 25 de mayo de 2006, consideró:
“De lo anterior, esta Sala concluye, que si bien se han llevado a cabo acciones tendientes a la potabilización del agua del acueducto CALIBÍO-RÍO BLANCO-LA CABUYERA, estas no han sido suficientes para lograr el mencionado objetivo, razón por la cual, deberán realizarse las obras necesarias para lograr la potabilización del agua a fin de que la misma, sea apta para el consumo humano.
Ahora bien, el responsable de que el agua llegue en óptimas condiciones de consumo a los usuarios del acueducto CALIBÍO-RÍO BLANCO-LA CABUYERA, es la Junta Administradora del Acueducto Rural de las Veredas Río Blanco, Calibío y la Cabuyera, por ser la prestadora del servicio de conformidad con el artículo 4 del Decreto 475 de 1998 que reza: En consecuencia, debe la Alcaldía de Popayán como representante del Estado en el Municipio, estar atenta y vigilante para que el servicio público sea prestado eficientemente. En este caso, es su obligación velar por la prestación adecuada del servicio de acueducto en CALIBÍO-RÍO BLANCO-LA CABUYERA”.
En la sentencia ordenó a la Junta Administradora del Acueducto Rural de las Veredas Ríoblanco, CALIBÍO y la Cabuyera llevar a cabo, en un término no superior a seis (6) meses las obras tendientes a la potabilización del agua tal y como lo señala el Decreto 475 de 1998.

Tutela

El medio ambiente puede ser protegido por vía de tutela cuando están amenazados derechos fundamentales como la salud o la vida.
En Sentencia T-514/07, M. P. Dr. JAIME ARAÚJO RENTARÍA, la H. Corte Constitucional resolvió el siguiente problema jurídico:
“De conformidad con los antecedentes expuestos con anterioridad, esta Corporación deberá resolver el siguiente problema jurídico: ¿es procedente la acción de tutela para la protección del derecho colectivo a un ambiente sano, cuando además de salvaguardar este derecho, se protegerían los derechos fundamentales a la salud, integridad física y vida digna de quienes demandan en tutela?
La H. Corte respondió que sí es procedente y concedió a los actores el amparo de los derechos a un ambiente sano y salud en conexidad con integridad física y vida digna, respecto del Municipio de La Cruz –Nariño–.”

Ante Fiscalía y Jueces Penales

No es abundante la actividad judicial respecto de los daños al medio ambiente, pero reseño que en noviembre de 1995, en el municipio de Soacha, vecino de Bogotá, fueron detenidas tres personas por talar árboles sin permiso de las autoridades ambientales y que en las noticias del primero de octubre de 2007, se informa que en el Municipio de Envigado, Antioquia, una persona fue condenada a 32 meses de prisión y a pagar una multa de 57 millones de pesos por haber talado, en junio de 2006, el bosque que había en un terreno de 6000 metros cuadrados.

Conclusiones y recomendaciones

Las mejores conclusiones y recomendaciones estarán en el colectivo de las respuestas que los lectores le den a la pregunta que en este trabajo nos hace el maestro Jorge Velosa, y que traigo a la memoria:

El monte se está acabando / Y lo seguimos quemando
Y lo seguimos talando / el monte se va a morir.
………
¿Qué será de mí? / ¿Qué será de él?
¿Qué será de todos? / ¿Qué vamos a hacer...?

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(1) Tomado del nombre de una canción, ritmo carranga, del autor colombiano JORGE VELOSA.

(2) Miembro de número de la Academia Colombiana de Jurisprudencia de Colombia. Especializado en Derecho Civil y de Familia. Creador del parque ecológico Vegaterapia, en La Vega, Cundinamarca, Colombia.

(3) DRAE. Vigésima primera edición.

(4) En Colombia existen, entre otras las siguientes instituciones: Umatas, Inspecciones de Policía, Secretarias del medio Ambiente, Secretarías de agricultura, Ministerio del Medio Ambiente, Ministerio de Minas, Ecopetrol, Corporaciones Autónomas Regionales, Contralorías Departamentales y Distritales, Fiscalías, Jueces Penales, Instituciones educativas y clases de ecología y facultades de medio ambiente.

(5) Don Antonio Caballlero, columnista de la Revista Semana No. 1323, de Bogotá, hace el siguiente comentario: “Se están acabando los pájaros, los caracoles de jardín, las mariposas. Todavía sobrevive un oso panda en el zoológico de Viena, y queda un cóndor en el escudo de Colombia, al lado del cuerno de la abundancia. Todo lo demás se acabó ya, o está acabándose, salvo las cucarachas. Y los seres humanos, claro. Porque la raíz del problema es la multiplicación desaforada de nuestra especie. El resto –el cambio climático, la desertificación, el descongelamiento de los polos, la contaminación, el agotamiento del agua dulce– es sólo consecuencia del crecimiento de la raza humana. Como a la ostra aquella, nos lo hemos comido todo”. Así como los grandes capitales se apropian de los recursos naturales y generan contaminación, así las ciudades que han crecido sin planeación, de alguna manera aumentan el riesgo de generación de contaminantes.

(6) Por la cual se concedieron facultades extraordinarias al Presidente de Colombia para expedir el Código de Recursos Naturales, conforme al Art. 76 de la Constitución de 1886.

(7) Como lo reseñé, soy abogado conocedor en gran parte del derecho civil, de familia y de menores.

(8) FRADIQUE-MENDEZ, Carlos. Coplas vegunas.

(9) El Apocalipsis es el último libro de la Biblia Cristiana y revela la manera como serán los juicios de Dios sobre el mundo y la Iglesia, cuando la vida de esta tierra se termine. ¿Y si en ese entonces no habrá tierra, ni habrá vida, para qué los juicios y a quienes se juzgará?

(10) La suma de los años en cada calendario es caprichosa. El mundo occidental acepta que estamos en año 2007, luego de Cristo, pero bien se podría tener otro referente y estar en el año 5000 o 1500.

(11) Vale la pena consultar en Internet, para informarse sobre esta importante discusión de la que debe salir una respuesta para solucionar los problemas que genera el calentamiento global.

(12) “La justicia asfixiada.” Editorial El Tiempo de Bogotá, del 28 de Septiembre de 2007. Y reza: “Para imaginar el grado de asfixia de la justicia penal colombiana por el alud de casos acumulados, basta con saber que en el 2005 ya había cerca de 800.000 procesos represados. Con la llegada del sistema oral se agilizó el tiempo de resolución, aunque también aumentó el número de denuncias -una señal de confianza, es verdad-. Pero eso, sumado a que no en todos los campos penales se aplica la oralidad, ha llevado a que el número de procesos estancados siga creciendo por encima de 100.000 cada año.

(13) El Señor Presidente de la República, Dr, Alvaro Uribe Vélez, afirma que su generación no ha tenido un solo día de paz completa. En suma son seis décadas, y más, de conflictos que han dejado cuantiosas pérdidas, muchas de ellas irremediables, en el medio ambiente.

(14) Entre ellos La Vega.

(15) Unidad Municipal de Atención Técnica Agropecuaria.

(16) Es fácil consultar textos sobre la explotación del petróleo en el Catatumbo y los llanos orientales y del carbón en la costa del mar Caribe. En la actualidad hay un debate entre el Ministerio de Minas y el del Medio Ambiente, respecto a la construcción de un nuevo puerto carbonero en Santa Marta. Una de las discusiones se dio entre la jefe de licencias del Minambiente y un representante de los afectados por la polución por el transporte del carbón en tren. La funcionaria afirma que la licencia para tender la línea férrea habilita al tren para transportar el carbón y la comunidad considera que el tren carbonero necesita de una licencia especial. La discusión lleva cerca de cinco años y mientras tanto el tren sigue contaminando. Nada es más parecido a una escena Kafkiana.

(17) Nota de Relatoría: Ver Sentencias C 411 de 1992, C 058 de 1994, C 423 de 1994, C 519 de 1994, C 528 de 1994, C 305 de 1995, C 328 de 1995, C 495 de 1996, C 535 de 1996, C 126 de 1998 y C 1063 de 2003 de la Corte Constitucional y consultar los 8, 49, 58 INCISO SEGUNDO, 79,80 88, 95.8, 268.7, 317, 332, 334, 339, 340 y 366 de la Constitución.”

(18) Mientras doy la revisión final a este trabajo, por la televisión informan que hay un grave incendio en el cerro El Cable, tutelar de la sabana de Bogotá y que fue provocado por “unos pelaos que subieron, prendieron esa vaina, y como no la pudieron controlar, se volaron”. La magnitud del daño está por establecerse. Hasta ahora van arrasadas 29 hectáreas de flora y fauna.

(19) En nota de El Tiempo de Bogotá, 1 de septiembre, se informó: “Incendios en Europa, huracanes en el Caribe, inundaciones en Asia y sequías en Australia están conectados. ‘El tiempo es limitado. Debemos actuar ahora para evitar las peores consecuencias del cambio climático’, concluyeron expertos en Viena.
El clima mundial se llenó de desastres superlativos: tras una semana combatiendo el fuego, Grecia decretó catástrofe nacional por los peores incendios de su historia. En Rumania, 520 personas se desmayaron por temperaturas récord que llevaron los termómetros arriba de 40 grados, al tiempo que 600 personas murieron debido a torrenciales aguaceros en Corea del Norte. El mes pasado, ‘Dean’ se convirtió en el primer huracán de categoría cinco que golpea suelo estadounidense desde ‘Andrew’, en 1991.
Esas consecuencias explican el clima cada vez más feroz, dice Gustavo Wilches-Chaux. El experto en gestión de riesgos asegura que los efectos del calentamiento global sobre el planeta ya se ven.
“Hablamos del cambio climático y pensamos en algo que pasará en el 2050, y resulta que esos efectos ya están ocurriendo. El combustible de los huracanes es el agua caliente y cuando viene una tormenta tropical a una olla de agua caliente, es como si llegáramos con una antorcha a un tanque de gasolina”, dijo el especialista payanés.
El meteorólogo Max Henríquez explica que esto ocurre porque el clima global es un sistema y cada acción provoca una consecuencia. “La atmósfera, que determina el clima, es un gas que envuelve a todo el planeta. Lo que pasa en un lado afecta a otro, no se puede parcelar”, indicó.

(20) Decreto con fuerza de ley No 2811 de 1974, el cual debe integrarse con las nuevas normas que protegen el ambiente. En verdad, las normas abundan y los hechos faltan.