Elespectador.com
encontró la variedad de marihuana natural más cara del mundo. Se produce en
Colombia y las autoridades no han podido llegar al sitio en donde se cosecha.
Nueva bonanza marimbera.
La
marihuana en Corinto es parte de la economía campesina.
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El municipio de
Corinto, Cauca, ha sido históricamente uno de los epicentros de producción de la
marihuana en el país. Hace meses corría el rumor de que allí se producía una
marihuana excelsa, de gran valor en el mercado y que sólo unos “privilegiados”
habían probado.
Ciento por ciento
natural, una muestra de la nueva variedad registró un 18 por ciento de 9
Tetrahidrocannabinol (THC), su principio activo, aún sin madurar por completo.
Hasta el momento, el promedio de THC en las marihuanas colombianas no
sobrepasaba el 2 por ciento y en el mundo no están certificadas variedades sin
manipulación genética de más del 7 por ciento.
La marihuana de “La
Cominera” comparte patio con la famosa ‘Corinto’ que se exhibe en los
coffeeshops holandeses como producto premium y comienza a revivir en la zona las
mejores épocas de la bonanza marimbera de los años 70. No es para menos:
mientras una tonelada de coca la compran los traficantes en la puerta de la
finca por 85.000 pesos, por una de la marihuana de “La Cominera” pagan 180.000
pesos.
En la isla de San
Andrés, puerto de salida del alucinógeno para el mundo, su precio ya alcanza el
millón de pesos.
El rumor sobre la
nueva variedad de marihuana, con altísimos porcentajes de THC y que podría haber
sido modificada genéticamente en Holanda a partir de las mejores semillas
colombianas, se escuchaba desde hace un año y medio en las reuniones de
inteligencia de la Policía, donde se definen las estrategias para controlar los
cultivos ilícitos. Desde ese momento se buscaba la nueva cepa que revivió las
épocas de Colombia como exportador del alucinógeno de mayor consumo en el
mundo.
“Sólo sabíamos que
durante muchos años el cultivo de la marihuana fue descuidado; nosotros nos
hemos centrado en controlar la cocaína y la heroína, pero en lo que se refiere a
marihuana estamos lejos de la realidad”, admitió uno de los
investigadores.
Las indagaciones no
permitieron encontrar las cepas genéticamente modificadas. Por ello, la DNE, la
Dirección de la Policía Antinarcóticos y el CTI de la Fiscalía firmaron un
convenio para desarrollar una investigación que les permitiera caracterizar
químicamente las variedades de marihuana en el país y así confirmar o desmentir
los rumores.
La investigación se
puso en marcha en noviembre del año pasado. Los técnicos llegaron hasta la
Sierra Nevada de Santa Marta y levantaron muestreos en 60 hectáreas. Además de
analizar el THC, se buscaba hacer un estudio taxonómico de las principales
variedades del país.
“La hipótesis de la
que partimos para hacer el estudio era que en Colombia se estaban manejando
nuevas variedades o variedades modificadas con mayores contenidos de principios
activos y queríamos saber si era o no cierto”, explica el director del DNE,
Carlos Albornoz. Otra de las bases que llevaron a autorizar el estudio fue el
aumento de las incautaciones, lo que representa el grado de aumento de la
producción. (Ver recuadro).
Marïa Mercedes
Mama
Coca