La dosis de actualidad

 

El narcotráfico es el mayor flagelo de Colombia que se derrota luchando en su contra, no penalizando, atacando y fumigando a cultivadores y usuarios que no son narcotráfico. El aumento de cultivos y consumo es un asunto de mercado y la penalización empuja a usuarios, cultivadores y policías a manos de las bandas criminales fortaleciendo el narco y microtráfico y la corrupción.

            Las Naciones Unidas [PNUDD Monitoreo 2017] señala que “Los cambios en la estructura del control del territorio en algunas zonas afectadas por cultivos de coca promueven una dinamización de los mercados…” y un transito “hacia un modelo de muchos vendedores a muchos compradores en el cual el precio se ajusta cada vez más a las condiciones del mercado y genera nuevos incentivos para la actividad ilegal” y conmina al Estado a concertar con las comunidades y fortalecer adecuadamente sus liderazgos con miras a transformar los territorios para buscar “la sostenibilidad de las acciones contra la producción de drogas”.  

En el 2009, el jurista Iván Duque, alababa los logros de Portugal al “‘descriminalizar’ el consumo de drogas en un enfoque que consiste “sencillamente en dejar de ver el consumo de drogas como una actividad criminal y asumirlo desde una perspectiva administrativa y de salud pública”. Decía Duque “La eficacia de este [refiriéndose al estadounidense] enfoque criminalista queda en duda…”.  

El diseño por el médico Joao Goulao de la política de drogas lusitana se basó en la evidencia y, 16 años después, incluso la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) honra los logros de Portugal. La JIFE señala la obligatoriedad de un tratamiento de salud. “Para asegurar la salud y el bienestar de la humanidad, los tratados obligan a los Estados partes a adoptar medidas con miras al tratamiento, la rehabilitación y la readaptación social de las personas afectadas por problemas de drogas (artículo 38 de la Convención de 1961 y artículo 20 del Convenio de 197)”. […] “.. .el contexto ideal para el tratamiento es el sistema de atención de la salud y no el sistema de justicia penal.”  

Las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señalan la necesidad de fortalecer el papel de los sistemas de salud en la reducción de los problemas de salud ligados al uso de SPA. Hace una llamado la OMS a que se diseñen políticas basadas en la ciencia y evidencia y respetuosas de los preceptos fundamentales de salud pública. Como lo señala el Proyecto de Ley de Iván Duque et al. [2016] “la problemática de consumo debe ser vista desde un enfoque de la salud pública con el objetivo de disminuir la criminalidad asociada al consumo”. 

La ventaja (y obligatoriedad) de financiar políticas de salud para prevenir y disminuir el creciente consumo problemático frente a los altos costos fiscales en los que incurre para implementar las políticas represivas, han sido detalladamente documentados [CEDD y DeJustica].  La Comisión Asesora de Drogas ha llevado a los Ministerios de Salud y Justicia y otros a reconocer que la gran mayoría (un estimado 90%) de consumidores no tiene problemas graves derivados de su consumo y no son enfermos ni delincuentes.  Somos abogados, médicos, científicos sociales  y ciudadanos de todas las áreas que construimos país.   

En teoría sería posible reglamentar el Código de Policía y partir del Acto Legislativo 020 del 2009 para una perspectiva de decomiso “penalizadora”. No obstante, como lo señala la jurisprudencia, la expedición del Acto Legislativo 02 de 2009 no trajo consigo un cambio en el parámetro constitucional aplicable al porte de drogas en cantidades definidas como dosis personal; derecho que, en cambio, sí ha sido reiterado por la altas cortes en numerosas sentencias.  

En Colombia, ante la falta de conocimientos y estupor moral visceral que genera el tema de las drogas, la regulación de estas sustancias se ha venido dando, no por la vía legislativa, sino por vía de análisis en profundidad y consecuentes sentencias de las altas cortes basadas en la evidencia.  

Así el Decreto Duque debe reglamentar el Código de Policía a manera de respetar (no violar) dichas sentencias y las convenciones internacionales siguiendo las recomendaciones basadas en la evidencia promovidas por la ONU, JIFE, OMS y juristas especializados en el tema. Entre otras, porque el negocio no está en la penalización si no miren (no escuchen) a Washington. Como lo señala el Proyecto de Ley [Iván Duque, Samuel Hoyos et 2016] la problemática de consumo debe ser vista desde un enfoque de la salud pública con el objetivo de disminuir la criminalidad asociada al consumo.

 

            La constitucionalidad del Decreto Duque “…referente a la prohibición de poseer, tener, entregar, distribuir o comercializar drogas o sustancias prohibidas”― es debatible y habrá de acogerse a, entre muchas otras, las apreciaciones de la Corte Suprema por Radicación #41760 en lo que se refiere a la judicialización por porte y tenencia de cantidades que excedan la dosis personal.  Ni que decir de la “legalidad” y razonabilidad el que sea un policía o padre de familia (y no un especialista) el que defina la calidad de “adicto”.  

Mientras el proyecto de ley del Fiscal General Néstor Humberto Martínez dice buscar endurecer las penas a expendedores y el Proyecto de Ley de Juan Carlos Wills pretende reformar la constitución para, supuestamente, proteger a los jóvenes (desconociendo sentencias de las Cortes, investigaciones; lo que saben los consumidores; lo que dicen las instancias que llevan décadas tratando de detener la avalancha de drogas y muchos más..), ya sabemos que el Decreto Duque permite a quienes tienen $208,000 salir del rollo y que se ataca a los sectores más pobres. Ya sabemos que esta política de drogas que se está tejiendo  desconociendo la evidencia, la ciencia y la ley es una fuente de potenciales y onerosas demandas contra el Estado (nosotros la Nación que somos los que pagamos) por inconstitucionalidad.  Ya sabemos que, para eso, el uribato también tiene la respuesta: acabar (perdón, "reformar") la Justicia.

 

María Mercedes Moreno

@MamaCoca

27sept2018