La presidencia concede el uso de la palabra al H.R. Abel Rivera Flórez
Gracias señora
Presidenta. No hago parte del equipo de ponentes, pero sí quisiera plantear una
reflexión muy breve frente a este proyecto.
Primero quisiera
valorar el esfuerzo que ha hecho el Representante Nicolás Uribe, en el sentido
de excluir del texto original, la penalización que era lo que estaba consignado
ahí; pero no obstante ese esfuerzo yo juzgo como innecesario este proyecto de
reforma constitucional, me pregunto si se requiere una reforma constitucional
para que el Estado colombiano despliegue una serie de acciones preventivas,
pedagógicas a favor de los adictos a las drogas, si se requiere una reforma
constitucional para que los familiares de quienes son adictos a las drogas sean
orientadas, sobre la base de una serie de principios y con ello generar una
campaña preventiva.
A mí me parece que no,
me parece que el Estado colombiano hoy lo podría hacer, hoy debería hacerlo sin
esta reforma constitucional, eso subyace de los propósitos propios del Estado de
Derecho, en el sentido de generar ………
Muchas gracias
señora Presidenta. Yo había, de manera fallida por los asuntos de la tecnología
que está en prueba; intentado decir que me parece que no obstante la
exclusión de la penalización del texto tal y como venía en el original, me
parece que el resto no merece ser considerado en una iniciativa de reforma
constitucional.
Los asuntos
incumbentes a la pedagogía, al tratamiento terapéutico que deberá dárseles a los
adictos, eso hará parte de las competencias propias del Estado y reitero, no
necesita de su consagración en el texto constitucional para que se lleve acabo.
Me decía aquí
con toda razón el doctor, William Vélez, que el propósito fundamental o lo que
en términos de él sí requeriría una reforma a
Señora Presidenta, yo
no tengo problema en que el debate lo hagamos mañana, mientras ajustan los
debates de la tecnología.
PRESIDENTA:
Representante, lo único que le pido es que no hable muy cerca del micrófono,
porque cuando levanta la voz es cuando el micrófono se apaga; de resto podemos
continuar el debate.
Continúa con el uso de
la palabra el H.R. Guillermo Abel Rivera Florez.
La reflexión de fondo
que yo quería plantearle a esta comisión, es que nada hacemos con esfuerzos
fragmentarios y dispersos en lo que concierne a la política antidrogas; hoy la
política antidrogas no solamente en Colombia, en todo el mundo es un rotundo
fracaso y lo es porque las cifras nos están indicando que no solamente se
aumentó el consumo señor Viceministro, como usted en efecto lo demuestra a
través de la encuesta que nos relató aquí, sino que además a pesar de todos los
esfuerzos de este y de muchos países por evitar la producción de la materia
prima y la transformación de la misma, también son un rotundo fracaso.
Y resulta que
cuando se concibió la política antidrogas, se hizo sobre la base de una
reflexión que tenía toda la lógica del mundo, se dijo en aquel entonces, de lo
que se trata es de estrangular la producción de la materia prima y con ello,
incrementar los precios del consumidor final y se suponía en lógica económica
que si los precios se incrementaban de manera exponencial llegaría un momento en
que se desestimularía el consumo; porque los consumidores no tendrían manera, de
comprar la droga y no ocurrió ni lo uno, ni lo otro, en efecto son millones de
dólares, son miles de vidas, son enormes expectativas las que se han frustrado
bajo ese esquema que en un principio parecía lógico, pero aunque se estranguló,
aunque se intentó limitar la producción y el transporte de materia prima, no se
logró, ni aquello, ni tampoco el incremento de los precios al consumidor.
Luego lo que la
política antidrogas requiere, es una revisión de fondo que por supuesto no pasa
solamente por las decisiones del Estado Colombiano, sino que es una decisión que
deberá construirse en los Fondos Multilaterales y que deberá estar atravesada
por el “principio de la corresponsabilidad global”, porque este como es lógico
no es un problema que nos atañe a los colombianos, sino que le atañe a todo el
mundo.
Este tipo de esfuerzos
que si bien pueden ser loables, no van a significar los resultados que
esperamos; estoy absolutamente seguro y les confieso que quisiera equivocarme en
mis predicciones, pero a la vuelta de unos años, seguramente el Viceministro de
Justicia de la época y seguramente cuando el doctor Ceballos, ya no sea
Viceministro sino Ministro, nos relatará una encuesta similar en la que
estaremos nosotros asistiendo a una preocupación generalizada frente al
incremento del consumo y seguramente, otros organismos o quizás el mismo
despacho también nos va a relatar aquí, que no solamente se ha incrementado el
consumo sino que se sigue incrementando la producción de materia prima no
obstante los esfuerzos que seguramente se seguirán haciendo.
De tal manera
que yo creo que aquí, perdemos el tiempo en este tipo de esfuerzos fragmentados
y dispersos, Colombia debería atreverse a propiciar la reflexión de fondo, una
modificación estructural a las tesis, a los fundamentos sobre los cuales se
construyó la política antidrogas; y digo más, yo recuerdo claramente en aquella
época, aún asistía a la escuela de derecho en el Externado cuando
Y que bajo
esa perspectiva no era dable desde el punto de vista constitucional, declarar
como exequible lo que en aquella época había instituido el Código Penal; la gran
pregunta que habría que hacer, independientemente de si la norma constitucional
luego vaya a ser desarrollada con características penales, es decir la norma de
la prohibición o vaya a ser desarrollada simplemente como una modificación a las
normas de policía o al Código de Policía; lo que habría que preguntarse es, si
estamos solamente de manera ideologizada desarrollando una prohibición para una
sola de las causantes del deterioro de la convivencia, o si estamos de verdad
haciendo una reflexión frente al conjunto de las causales que no necesariamente
se podrían atacar por la vía de la prohibición.
O dicho de otra
manera, que se podrían atacar no necesariamente por la vía de una reforma
constitucional; tanto el señor Viceministro como el ponente si le entendí bien,
han reconocido como una medida necesaria la que expidió el señor Alcalde de
Bogotá, a raíz de los hechos lamentables del mes de enero en la zona rosa de la
ciudad. Esa es una medida expedida por la administración distrital, medidas que
en el caso de ocurrir eventos similares o de estar ocurriendo eventos similares
en otras ciudades del país, bien podrían ser originadas en las administraciones
municipales como medidas para contrarrestar todos estos síntomas de violencia y
de inseguridad, pero que no requieren de hacerle una suerte de esguince a la
providencia de
Me parece que,
repito, esta iniciativa sin bien los propósitos son loables y entiendo
perfectamente las preocupaciones que le asisten tanto al Gobierno como al señor
Ponente, no creo que esta medida sea necesaria para que los gobiernos locales o
para que el Gobierno Nacional adopten medidas conducentes, a la prevención
del consumo de sustancias sicoativas y con ello pues a la prevención del
evidente deterioro social y los evidentes síntomas de inseguridad que se vienen
presentando fundamentalmente en las principales ciudades del país.
Termino con lo
siguiente señora Presidenta, señor Ponente y señor Viceministro; a mí no me cabe
duda como ustedes lo han dicho aquí, que las principales familias afectadas o
las principales personas afectadas por la drogadicción y desde donde están
surgiendo todas dificultades de convivencia social, son las familias de más
bajos estratos; pero no por ello se puede deslegitimar o restarle credibilidad a
las apreciaciones consignadas por los columnistas de prensa, o por los
formadores de opinión.
Yo creo que así
como las drogas, son una realidad que afectan fundamentalmente a las familias de
menores ingresos, también lo es el alcohol y lo son otras circunstancias, que
evidentemente están deteriorando la convivencia social; pero que es
independientemente de una consagración expresa en
Creo que en el fondo
aquí hay es como una suerte de capricho o de empeño, de sacar adelante un tema
que ha caracterizado la agenda del actual Presidente de los colombianos desde el
principio de su Gobierno, es más, yo diría desde antes del ejercicio de su
Gobierno en donde el actual Presidente de los colombianos ya fungía como una
figura pública y por eso este debate, está cargado de ideología y de reflexiones
estructurales.
De suerte que yo (…)
Cassette No. 5.
Continúa con el uso de la palabra el H.R. Guillermo Abel Rivera Florez (…)
Le pediría a los
colegas de esta comisión, que archiváramos esta iniciativa, no porque no sean
loables sus propósitos, no porque las estadísticas no deban alarmas; sino porque
el Estado colombiano hoy cuenta con las herramientas jurídicas necesarias y
además subyacente de los principios constitucionales y de los valores del Estado
de Derecho, es ya una obligación del Estado Colombiano, prevenir el consumo de
sicoactivos y además prevenir ese tipo de situaciones como una causa del
deterioro de la convivencia social. Muchas gracias Presidenta.