SUSTITUCIÓN DE CULTIVOS–El Papel de la Coca
Aporte social a las Mesas de
Cultivos y Drogas para la terminación del conflicto
PROPUESTA DE ERRADICACIÓN
PRODUCTIVA Y SOSTENIBLE DE LA COCA
-EJE CENTRAL DE LA PROPUESTA
INTEGRAL “EL PAPEL DE LA COCA”-
RESEÑA DE IDEAS DE BASE:
Trasfondo
El más reciente censo de la ONU,
publicado el 15 de junio del 2013, sostiene que en el 2012 hay en Colombia
48,000 hectáreas de coca, el mismo número de hectáreas de coca que en 1990. En
Colombia, y únicamente en Colombia, se viene aplicando desde 1978 una fórmula de
erradicación por aspersión aérea y, en los más de 30 años que lleva esta medida,
el Estado colombiano y estadounidense han asperjado casi dos millones de
hectáreas del territorio nacional. Las fumigaciones han generado
persistentemente resistencia social y puesto en tela de juicio la legitimidad
del Estado colombiano por los riesgos inherentes a la aspersión aérea de mezclas
químicas sobre territorios y poblaciones civiles. Aunque ninguna Convención
Internacional avala las fumigaciones en Colombia, la Comunidad Internacional
respalda su necesidad y búsqueda de erradicar la coca química y no cabe la menor
duda que la vocación ambiental y la paz y la salud de los campesinos y usuarios
de drogas exigen la erradicación de estas miles de hectáreas de monocultivo con
uso intensivo de agroprecursores y destino al narcotráfico. La coca química es
un producto de guerra y un obstáculo a la actual búsqueda de terminación del
conflicto. De tal forma, el cese de la aspersión de químicos por parte del
Estado y la erradicación manual y voluntaria con alternativas consensuadas y
cumplimiento por las partes son condiciones
sine qua non para la prosperidad y
paz de Colombia e implican la voluntad del Estado, la sociedad civil, del
campesinado y los desmovilizados de involucrarse activamente en los cambios.
A la base
La presente reseña se centra en el
paso prioritario para avanzar en el tema de drogas en Colombia: la erradicación
de la coca química — la mata de coca intensamente fumigada y cultivada con
agroprecursores—. Esta reseña, consistente en una serie de ideas a desarrollar
en la práctica y en armonía con las potenciales riquezas propias de cada región
y/o Comunidad, es una línea conductora que viene pensando mamacoca a lo largo de
años de seguimiento a la desventura de las fumigaciones. Mama Coca es una
organización ambiental y de Derechos Humanos Ley 1901 de Francia activa desde
1998 y fundada legalmente en el 2003 (Andey, Francia). Nuestro cubrimiento
cronológico —seis bases de datos que cubren los principales ejes de esta guerra
por la droga en Colombia—lleva a afirmar la necesidad de emprender el camino de
retorno. Acá este camino pasa por un proyecto piloto destinado a:
1-
Investigar e implementar las fórmulas de erradicación productiva que permitan
una erradicación que sea masiva, sostenible, autofinanciada y fuente de ingresos
campesinos de largo aliento;
2-
Desarrollar un proceso de erradicación que
cumpla con: a-las necesidades
de desarrollo integral del campo; b-
los requisitos normativos de la Comunidad Internacional; y
c-las expectativas y potenciales
agrarios y ambientales del país. El objetivo de base es, partiendo de los
estudios y mediciones existentes, determinar en el terreno la situación de la
coca a través de la articulación de sectores campesinos e investigación y
experimentación con productos potencialmente viables que serían fabricados a
partir de la que acá llamamos “coca química”, coca cuyo alto contenido de
agroquímicos la hace inapta para los productos comestibles y de salud que son el
mejor destino de la
No se trata de la aniquilación de
la coca colombiana pues la coca nativa es indispensable al ciclo de la vida al
igual que tantos otros cultivos, pero sí de limitar la coca química y fortalecer
la Soberanía Alimentaria para que la minería y agronegocios a ultranza no se
sustituyan como culturas de lo ilícito. La erradicación de la Coca química se
daría simultáneamente a su sustitución por cultivos orgánicos (y sustitución por
coca orgánica en aquellas zonas de las que es endémica y ancestral).
PRODUCTOS DE ERRADICACIÓN
Son varios los productos que se
pueden fabricar a partir de la Coca química. Con su fibra se puede fabricar
pulpa para papel, empaques artesanales y aunque sea biomasa. La hoja de coca
contiene unos 14 alcaloides pertenecientes a los tropanos, las pirrolidinas, y
las piridinas . El Tropano, que por lo general ocurre en las raíces de las
solanáceas, en la Coca ocurre en la hoja. Este tropano producido por la
Erytroxylum Coca es uno de los principios activos (precursores) más cotizados
por la industria farmacéutica en la producción de medicamentos y en la
fabricación de pesticidas. Según John D'Auria, y el equipo de bioquímicos del
Max Planck Institute for Chemical Ecology en Alemania, es posible que una de las
razones naturales de ser de la coca sea precisamente su función insecticida.
Considerando que el alcaloide cocaína es un insecticida natural y que la
inversión para mantener a raya a este 75% de las especies del Planeta que son
los insectos es mayor aún que el monto que gastamos para matarnos entre humanos,
bien vale la pena pensar en la coca y las otras plantas nativas que sustituirían
la coca excedentaria para lograr equilibrar esta lucha con fórmulas más
respetuosas del ambiente.
La reconversión de la coca en
insecticida más orgánico (con reparo de los agroquímicos que ya contiene la coca
colombiana) permitiría comenzar a eliminar los químicos de la “dieta” de los
colombianos sin perder de vista que los insecticidas orgánicos son un mercado de
futuro y que una de los agravios más constante de los campesinos es justamente
la inversión en insumos, semillas y agroquímicos. Sería sabio comenzar la
investigación y ‘recuperación’ de las semillas locales ante su privatización.
Sin contar que, la sustitución para
la prosecución del proyecto, se hace aún más interesante teniendo en cuenta que
el ambiente tropical colombiano es el terreno ideal para una gran variedad de
solanáceas.
El Papel de la Coca,
la propuesta sobre la que trata esta reseña,
busca inicialmente sentar las
bases sociales de la(s) fórmula(s) de erradicación productiva a partir de los
trabajos existentes de medición cuantitativa de la coca e inventario de los
recursos agroforestales aptos para complementar la producción con coca y su
sustitución posterior. Se requiere:
1º
la integración de un grupo pionero de productores dispuestos a erradicar y
sustituir la coca química con iniciativas y autogestión propias;
2º la experimentación y producción
de artículos de papel, pulpa y biomasa;
3º investigación en patentes y
otros para la fabricación de insecticida natural de tropano;
4º formación en producción
orgánica;
5º
asesorías varias para el diseño de la gerencia social del proceso
productivo piloto y
6º la formulación de los términos
de referencia del proyecto a escala para su promoción con organizaciones
ambientales y de cooperación internacional son algunos de los pasos a seguir.
El desminado humanitario es una de
las condiciones de base para poder erradicar manual y voluntariamente. Los
lineamientos correspondientes de erradicación se tendrían que establecer caso
por caso en armonía con Las Comunidades Campesinas. En lo que se refiere a la
investigación propiamente sobre los usos prácticos alternativos de la hoja para
fabricar plaguicidas a base de tropano, la colaboración del Gobierno buscaría
que el/los producto(s) patentables sea(n) de las asociaciones campesinas y/o lo
público. Esperamos que el campesinado sea el principal beneficiario directo del
proyecto productivo y que todos los productos que de aquí, de esta investigación
se desprendan, cuando sea patentables, si lucro hay, éste sea para inversión en
proyección, investigación y trabajo, social exclusivamente.
Dentro del ejercicio de diplomacias
ciudadanas internacionales sobre la necesidad y bondades de este proceso de
erradicación productiva y sostenible, se debe:
1-
Seguir con la propuesta de origen de fabricar empaques, papel y dijes de plata
de promoción del proyecto y la búsqueda de un sello que permita insertar los
productos en el Comercio Justo Internacional para proteger, comenzando por
Colombia, contra el uso intensivo de químicos.
2-
Investigar más la viabilidad de utilizar la mata de coca completa para fabricar
biomasa y sopesar la idea de que, en la utilización del contenido de tropano en
la Hoja de Coca para fabricar un plaguicida con la hoja a erradicar, prime el
bien social frente a las patentes en curso (Syngenta) y con defensa del derecho
de aprovechamiento del estudio, en curso sobre la huella genética de la coca
colombiana por parte del Departamento de Estado estadunidense, en cuyo interés
manifiesto está ante todo la erradicación.
Una de las múltiples ventajas de la
producción con coca que acá se propone es que articula productos de la economía
lícita, y prepara así la erradicación gradual y rentable de la coca
excedentaria.
Adicionalmente, la manufactura con la coca existente paga a un precio por encima
del narco, una vez determinada la productividad y número de cosechas (por
región), estorbaría su desvío hacia actividades ilícitas y permitiría ejercer un
control efectivo sobre la erradicación a partir de los volúmenes de producción y
de sustitución para la perpetuación de la cadena de producción lícita para el
Comercio Justo Internacional. Para el papel por ejemplo,
utilizaríamos, además de la coca, otras matas fibrosas de la región. Para el
compost de coca, utilizaríamos restos de cosechas y desechos orgánicos
urbano-rurales. En lo que se refiere a la fabricación de pesticidas de tropano,
esto no sólo nos permite reducir gradualmente los gastos en agroquímicos
actualmente utilizados para cultivar todo y erradicar la coca sino además
transitar hacia un mercado de fabricación de plaguicidas orgánicos para consumo
interno y exportación.
Una de las bases del proyecto
productivo es el fortalecimiento de los cultivos alternativos existentes con,
entre otros, la entrega de semillas
de las plantas requeridas y la recuperación de las semillas de la biodiversidad
y de soberanía campesina que se han ido perdiendo al monocultivo de coca y otros
monocultivos tan o más perversos para la economía. Esperamos asimismo contribuir
a la promoción de alimentos y remedios naturales de coca con miras a garantizar
la prosecución y expansión de este proceso productivo a través asimismo de los
usos ancestrales de esta planta digna de respeto y aprovechamiento.
La siembra de
alternativas, paralelamente a la erradicación productiva y rentable de los
extensos monocultivos de coca a cocaína, es garantía de rentabilidad -de medios
de subsistencia- de largo aliento para el campesinado. La sustitución de la coca
química por semillas/cultivos de plantas aptas para fabricar pulpa y papel,
composta y plaguicidas y abonos orgánicos se implementaría con la asistencia
técnica y apoyo inicial del gobierno nacional y agencias de cooperación
internacional y con la participación de los reinsertados de acuerdo con la
Comunidad Campesina pero sin perder de vista que el objetivo es que el proceso
productivo sea autosostenible y rentable, para los muchos y no para unos pocos.
La recuperación de las semillas de la biodiversidad nos permitiría salvar
lo que se pueda antes de que éstas se vean patentadas por la industria
farmacéutica y/o agronegocios multinacionales.
Sea que se opte por uno u otro
producto o varios, la fórmula de erradicación productiva requiere la
autorización de justicia y voluntad de los cultivadores. La única forma de
llevar este proyecto es con una colaboración entre el Gobierno colombiano; los
grupos desmovilizados y en desmovilización; las organizaciones sociales y
campesinas de paz y drogas; y representantes de la Comunidad Internacional. Es
imperativo tener un eje social con miras a lograr un proyecto transparente de
erradicación masiva, voluntaria, sostenible, productiva y permanente. Se deben
brindar los apoyos que permitan continuar esta labor investigativa (en el
terreno y en la academia) y de desarrollo de productos y consolidación de un
equipo de trabajo mixto con la independencia y veeduría que se requiere para que
los resultados sean reales y exitosos y públicos y/o sociales.
Lo ideal sería que las Comunidades
fuesen las gestoras sociales del proyecto; del acercamiento sobre el desminado
humanitario con las Mesas de Diálogo; y de la articulación de los procesos de
erradicación, producción y sustitución. Se requiere precisar la administración
logística, aspectos financieros, contabilidad y gestión de fondos del proyecto
piloto y articulación de los requerimientos del desminado humanitario. Se
requiere investigación; talleres de formación en producción cultivos orgánicos,
ambientales y en Drogas y Derechos Humanos; y el manejo de producción al igual
que la gestión y lineamientos sociales del proceso global.
LA DINÁMICA Y ESCOLLOS
Este proyecto de erradicación
productiva y sustitución del monocultivo de coca se propone dentro del Principio
de Oportunidad entendido como “Mecanismo por el cual algunas conductas, hasta
ahora punibles, los delitos ‘bagatela’ consideradas de menor gravedad por ser
conductas originadas en condiciones de marginalidad, ignorancia o pobreza
extremas, puedan tener una solución alternativa como instrumento para luchar
contra el crimen organizado y el constreñimiento armado y extorsión.”
El pequeño campesinado cocalero
desde siempre ha manifestado su interés en articularse a la economía formal para
salir de la pobreza que los impulsa. El informe del 2012 de la UNODC estima que
en Colombia hay aproximadamente 64,000 familias campesinas involucrados
directamente en esta actividad. Según la fórmula de la UNODC, “Para
calcular el valor total de la producción en finca, se utiliza la producción
total de hoja de coca y los estimativos de producción de pasta y base de cocaína
realizados en forma directa por el productor primario (campesino), de igual
forma, los precios disponibles de venta de hoja de coca, pasta y base de cocaína
obtenidos en finca. Con base en lo anterior, los ingresos brutos de la
producción primaria (en finca) se estimaron en US$ 420 millones (US$ 220
millones descontando costos de producción). El PIB estimado en Colombia en 2011
fue de 333 mil millones de USD –a precios corrientes del 2011 y usando la tasa
de cambio oficial 2011, corresponde al 3% del PIB del sector agricultura del
país. … como
porcentaje del PIB, el valor de la producción de hoja de coca y sus derivados en
finca corresponde al 0,2%.”
A nivel de individuos unas 300,000 (4 integrantes por familia y raspachines y
otros) personas dependerían directamente de los cultivos de coca como ingreso
único y/o complementario y “el tamaño promedio del lote de coca sería de 0,67 en
2011. Los ingresos netos promedio por hectárea de coca para un cultivador que
solo vende la hoja de coca se calculan alrededor de $6.500.000 por año ó
COP$541.000 mensual, esto equivale a US$294 mensuales.” Una familia cocalera
gana en promedio menos del
salario mínimo legal. La coca no es un producto rentable para el pequeño
cultivador, el interés en cultivarla radica en que siempre encuentra compradores
en finca. Los cultivadores sistemáticamente han manifestado su interés en
sustituir la coca por cultivos lícitos que tengan mercado; y el resultado de
este proyecto sería la garantía de mercados.
Además de la pobreza y falta de
alternativas, los obstáculos a la erradicación voluntaria son múltiples.
Esperemos ver algunos, como por ejemplo:
1-la corrupción pública y privada
que alienta la convivencia económica con las drogas, enfocada por el nuevo
Estatuto de Drogas;
2-frente a la articulación de los
cultivos por los grupos armados, esperamos la incidencia de las
desmovilizaciones en curso y el desarme de las Bacrim;
3- en cuanto a la deficiente
infraestructura vial y fluvial requerida para comercializar los productos
alternativos, esperamos que se vea asumida con la puesta en marcha de las
propuestas de las mesas para el desarrollo integral del campo, entre otros los
COP$225 mil millones propuestos por el Gobierno Santos para el 2014.
En lo que se refiere a los
obstáculos del diseño mismo de los programas de sustitución -que no tienen en
cuenta enfoques diferenciados de acuerdo con las características regionales y
ambientales- y el incumplimiento por el Estado y los cultivadores de los
acuerdos de erradicación/sustitución, se espera que en la práctica y a través de
un enfoque que acá se busca consensuado se afinen las fórmulas para prevenir
estos riesgos. En lo que se refiere a las reticencias a cambiar el
status quo de las drogas, las
Convenciones Internacionales prevén la producción experimental a nombre de la
ciencia, si no la Humanidad.
Los obstáculos mencionados son las
condiciones a encarar para entablar un proyecto de erradicación duradero. El
desminado humanitario es una condición a pactar en la desmovilización. La
inversión en infraestructura debe ser parte del paquete de los proyectos de
erradicación productiva y sustitutiva, más considerando el ahorro con el cese de
los programas de erradicación forzada y con el fomento de plaguicidas nacionales
naturales. Una de las propuestas surgidas de la mesas regionales para contribuir
al fin del conflicto sostiene la necesidad de que los recursos invertidos en
erradicación forzada se destinen a proyectos de sustitución y productivos
lícitos. El cambio de paradigma y consolidación de la paz implica que el Estado
no se puede permitir el incumplimiento y que la resiembra para el narcotráfico
no sea una opción. Para el proyecto de erradicación productiva a escala, el
diagnóstico y propuesta concertada (actualmente en consulta) de sustitución se
tiene que hacer caso por caso (por región) con proyectos de soberanía
alimentaria; recuperación de las semillas de la biodiversidad; recuperación y
reserva forestal y de aguas y fauna; administración de servicios turísticos; y
otros propuestos por las comunidades. Se debe propender por que la recuperación
de la coca orgánica se limite a aquellas regiones de las cuales es nativa o
endémica al ecosistema y que se obvien las razones –pobreza y armas- para
sembrar nuevas plantaciones ilícitas.
Por otra, el efecto globo que ha
trasladado las hectáreas erradicadas en Colombia a Perú y Bolivia no sólo
confirma la existencia de un mercado de consumo de cocaína innegable y la
cocaína, si no fuese por su rechazo antinarcótico, es químicamente un anestésico
y estimulante no muy distante de los que se usan diariamente en el mundo. Su
rechazo ha contribuido a que poco se conozca sobre la planta de coca, se
desperdicien sus virtudes, y el estudio en curso por el Departamento de
Agricultura de USA se refiere a la huella genética de la misma y se proyecta más
para el condicionamiento de la planta que para su uso benéfico (ver
2003
y
2009-2014).
La presente propuesta de
investigación y proyectos pilotos con la coca contribuirían asimismo a
desarrollar los conocimientos necesarios para dar un uso doméstico controlado
racional y sanitario a la cocaína.
No obstante, lo que más revela el
efecto globo de la coca a cocaína es que el verdadero problema de cultivo
propiamente radica en la falta de medios de subsistencia en el campo y que, de
ahí, que la resistencia del campesinado a la erradicación manual forzada sin
alternativas de subsistencia se sume a la fuga de la búsqueda de sustento por
parte de los habitantes del campo hacia otras actividades, como en el caso de la
minería ilegal. Como lo revela la
resistencia del Catatumbo y tantas otras regiones, la erradicación forzada no se
compadece con las condiciones de pobreza que estimulan las culturas de lo
ilícito. Colombia requiere conservación ambiental y desarrollo agrario con
Justicia Social. La ONU, en voz de Howland, reconoce que, para poder erradicar,
primero se debe la alternativa de subsistencia con cumplimiento; y que, lo que
peca en el diálogo entre el Gobierno Santos y las comunidades campesinas, es
cuestión de semántica. Las marchas de los campesinos del Catatumbo, que replican
voces campesinas en gran parte del país, piden la conservación de las Zonas de
Reserva Campesinas y/o Forestal, previstas en la Ley 160 de 1994 con los
recursos , agroforestales campesinos para, y de, el campesino. Como señala Tod
Howland, el acuerdo está, lo que falta es formularlo en términos consensuados.
Estamos más de acuerdo de lo que creemos y vamos a lograrlo pues es parte
integral del Proceso de Terminación del Conflicto.
Los cambios de las políticas de
drogas en Colombia pasan primero por la Coca. Las ideas que acá se reseñan bajo
el proceso que denominado “El Papel de la Coca” se refieren a modalidades para
erradicar la coca química cumpliendo con el requisito prioritario de empoderar
al pequeño campesino. Si bien el eje que determina los diversos aspectos “de
drogas” integrados a esta propuesta es la Coca, ésta es una propuesta que busca
enfocar el tema de manera integral y no desatiende la necesidad de enfocar la
realidad del mercado de cocaína al que algunas de estas hectáreas de coca están
destinadas (mercado y usuarios cuya existencia no se puede seguir desconociendo
a detrimento de la seguridad y Salud Pública). Dentro del enfoque integral de la
propuesta se incluyen procesos complementarios en el campo de consumo que irían
acompañadas por organizaciones sociales en el tema, nacionales e internacionales
para contar con un amplio abanico de enfoques.
PLAN INICIAL
El objetivo inicial propuesto es
desarrollar una serie de proyectos pilotos departamentales a 12 meses que
permitan sentar las bases para un proyecto nacional de erradicación masiva. El
desarrollo del proyecto piloto consiste en llevar a cabo los estudios
cuantitativos de campo e investigación y experimentos para diseñar un producto
que permita la efectiva, sostenible y permanente erradicación del monocultivo de
coca con usos ilícitos, montando la infraestructura de un proyecto que integre
al pequeño campesinado en proyectos productivos autosostenibles con apoyo
técnico; financiación inicial; y ayuda al mercadeo con un sello como herramienta
de mercadeo para promover y articular el acceso preferencial de los productos
fruto de la erradicación sostenible al Comercio Justo internacional.
Los pasos tentativos a seguir son:
1-
Entablar contactos con los campesinos cocaleros y no cocaleros para la compra,
investigación y uso productivo de sus cosechas con su participación activa. Esto
implica asimismo la organización de reuniones para, por y entre las diversas
Comunidades.
2-
Determinar a través del trabajo social, de investigación cuantitativa y de campo
el número más preciso de cultivadores, has cultivadas y numero de arbustos de
coca a erradicar y las particularidades agroforestales de las regiones
piloto a fin de proceder al análisis de los datos adquiridos, la
formulación y decisiones sobre los usos alternativos y el diseño de un plan a
largo plazo.
3-
Interrogar a las Mesas para la Terminación del Conflicto sobre la coordinación
de un mapeo de las minas antipersona y el desminado humanitario como condición
previa a la erradicación productiva. Se podría considerar un desminado
humanitario mecánico con rastrillos u otros a control remoto.
4-
Establecer alianzas con el ICA y la Universidad Nacional para la investigación y
producción estatal en articulación con el pequeño campesinado del plaguicida a
base de la hoja de coca química.
5-
Diseñar un modelo /o modelos productivos y empresariales sostenibles, un Plan de
Negocios, ajustados a las necesidades y potencialidades de cada una de las
microrregiones para diseñar modelo(s) de negocios productivos sostenibles, es
decir, planes adaptados a las diferentes escalas geográficas y administrativas.
6-
Llevar a cabo talleres de formación y montar la infraestructura requerida para
la producción para comenzar un proceso de erradicación manual/mecánica y
productiva con la debida veeduría.
7-
Plan
de negocios y estimativos de la producción del Proyecto Piloto para buscar
compradores potenciales y pedidos.
8-
Producción y ventas.
9-
Proyección nacional del proyecto de erradicación productiva.
María Mercedes Moreno (mamacoca@mamacoca.org)
22 de agosto 2013