Los pequeños
productores de coca y
adormidera en
Colombia.
Clara
Alvarez Hoyos
Clara
Álvarez, a través de una
serie de
entrevistas de historias de vida, retratos
recogidos en zonas
difíciles,
peligrosos, relata
en este libro la
historia de la producción de drogas en
Colombia, la organización de este
sector y su impacto
en las
condiciones de vida de las personas
involucradas en el cultivo de
coca y amapola
(ME Zavala
Cosio). El Gobierno de
Colombia, abrumado por la situación y
empujado por la
presión internacional, utiliza aspersiones
de herbicidas
realizadas sin distinción de cultivos
- amapola,
cultivos alimentarios
coca – que sólo
aumenta la miseria
de los pequeños agricultores. abandonados por
las Instituciones, y atacados por paramilitares, guerrilleros, narcotraficantes
y el ejército, entre los
testimonios recogidos por
el autor
los
servicios de salud
también personales, a la educación
o de
administraciones locales, de organizaciones
humanitarias o
líderes de las comunidades
campesinas e
indígenas. Todos evocan
la operación
sociedad paralela debido, entre las drogas y
la violencia armada, una situación catastrófica
en la vida económica, legal, familiar, escolar, salud
e incluso militar.
La
lectura de este libro,
muy acertadamente
concluye M.E
Cosio, comprenderá muchos bloqueos,
por supuesto
británico, pero además con otras regiones del mundo, con sus
situaciones comparables
entre las drogas, la violencia y el sufrimiento a
todos los niveles.
Traductor de
Google por Luis Alberto López Gómez. Gestor Comunitario Florencia Caquetá..
Derechos de
autor
Clara Alvarez
Hoyos, Colombia,
enseña en una universidad
del Valle del Cauca. Ella
realizó, entre otros, la investigación en los barrios
pobres de Cali
y la acción
de las ONG que
acompañan a los desplazados
en Colombia.
http://www.espanol.rfi.fr/cultura/20150115-clara-alvarez-sociologa-de-la-coca-en-colombia
Jueves
15 Enero 2015
Clara Alvarez, socióloga de la coca en Colombia
Clara Alvarez en los estudios de RFI
Foto: Jordi Batallé/RFI
Por
Jordi Batallé
La editorial francesa L'Harmattan acaba de publicar el libro "Pequeños
cultivadores de coca y amapola en Colombia” de la socióloga colombiana Clara
Alvarez Hoyos, quien a través de una serie de entrevistas -retazos de vida
recogidos en zonas particularmente difíciles y peligrosas- nos habla de la
historia de la producción de drogas en Colombia, la organización y las
consecuencias en las condiciones de vida de las poblaciones implicadas en el
cultivo de la coca y la amapola.
Clara Alvarez Hoyos nace en Cali en 1961 y es doctora en sociología por la
Universidad de Nanterre.
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¿Cuándo empieza a ser preocupante la situación de los desplazados en Colombia?
La situación de los desplazados empieza a generarse en los años ochenta. Cuando
llega el problema del conflicto armado en las zonas periféricas del país. Porque
en Colombia la mayor concentración de población se encuentra en los Andes y es a
partir de ese “boom” cocalero, que empieza la gente de las zonas andinas a
emigrar a las zonas periféricas, zonas tropicales muy importantes para el clima
mundial. Colonización que ya había empezado en los años sesenta impulsada por el
gobierno colombiano.
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Te instalas en Francia en 1977 donde vas a realizar estudios de sociología. ¿En
qué circunstancias viniste a Francia?
Primero, porque estoy enamorada y por que quiero estar con mi compañero de esa
época. De todas maneras Francia es el mito, donde todos queríamos estudiar y
realizar el sueño de hablar francés, conocer París. Mi compañero militaba en el
grupo guerrillero M19. Estuvo preso durante algún tiempo en Cali. Decido venir a
Francia por que ya teníaun hermano que vivía en París. Esas fueron las
circunstancias por las que vinimos a París.
¿Cómo fueron esos primeros años en París?
En un principio fue un cambio radical para todos. Nos
encontramos en un medio muy distinto, donde empezamos a conocer más colombianos
que venían a estudiar o estaban estudiando.
Formamos un gran grupo de gente muy interesante.
Conocí al primer guerrillero de las guerrillas del Llano de Colombia, Tulio
Bayer. Estaba muy preocupado por los numerosos estudiantes y gente joven que
venían a París en esa época, y consideraba que el gobierno colombiano no ayudaba
en ese momento a los estudiantes que tenían el sueño de cambiar las cosas.
También conocimos a Mario Calderón, un jesuita al que asesinaron luego los
paramilitares. Ese era el medio en el que nos movíamos en esa época.
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Vas a estudiar sociología en la Universidad de Nanterre ¿Qué ambiente se
respiraba en la universidad en aquel entonces?
Para mí era muy interesante, teníamos profesores que eran autoridades mundiales.
También en la Universidad de Saint Denis. Estaba Foucault, éramos muchos en
asistir a sus conferencias. Era muy satisfactorio para nosotros.
"Pequeños cultivadores de coca y amapola en Colombia”, ¿nace a raíz de tu tesis
doctoral?
Sí. Hice un DEA sobre los desplazados y luego para la tesis doctoral empecé a
trabajar sobre las políticas contra las drogas. Y haciendo inventario sobre todo
lo que se había hecho sobre este tema llegué a la conclusión de que sobre los
pequeños cultivadores no había casi nada. Había mucho sobre el impacto del
conflicto armado, sobre el medio ambiente, pero nada sobre ellos. Realicé una
primera exploración sobre el terreno ayudado por el Instituto Nacional de
investigaciones sobre la Amazonía, y conjuntamente establecimos los contactos
con los cocaleros que trabajaban en la zona. Aura María Puyana, una de las
investigadoras, me ayudo a conseguir los contactos para poder viajar allí. Me
dio todas las advertencias necesarias sobre como debía hacer las entrevistas. La
situación era muy delicada. No podía llevar ni teléfonos, ni grabadoras ni
lápices, nada que pudiera despertar la curiosidad del por qué yo estaba allí.
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