
 
MEMORANDO
SOBRE EL PROCESO GOBIERNO – AUC
  
DE:             ORGANIZACIONES
CIVILES POR LA PAZ
 
PARA:         LA ASAMBLEA GENERAL
DE LA OEA QUE
SE REALIZA EN QUITO ENTRE EL 5 Y EL 7 DE JUNIO DE 2004
 
 
ENTREGADO
A LA MISION DE
LA OEA DE
APOYO A LA PAZ EN
COLOMBIA – MAPP/OEA EL 2 DE JULIO DE 2004
 
 
 - El Gobierno Nacional y
     diversos grupos de autodefensas, hoy reagrupados en las Autodefensas
     Unidas de Colombia, AUC, adelantan desde el 15 de julio de 2003 un proceso
     de negociaciones luego de la firma del llamado “Acuerdo de Santa Fe de
     Ralito para contribuir a la paz en Colombia”.
 
 -  El presidente Álvaro Uribe y el
     Secretario General de la OEA,
     César Gaviria Trujillo, firmaron un Convenio para que el organismo
     internacional acompañe el proceso de paz en Colombia, a través de una Misión
     (MAPP/OEA), que apoye y verifique las iniciativas de cese al fuego y de
     hostilidades, de desmovilización, desarme y reinserción. El Consejo
     Permanente de la OEA
     ha respaldado la
      Misión y vinculado a la misma a la Comisión
      Interamericana de Derechos Humanos. El pronunciamiento
     del Consejo Permanente  destaca que
     el papel de la Misión
     debe cumplirse ateniéndose a la Carta Democrática
     Interamericana.
 
 - Tal como señala el
     Artículo 1 del Convenio, “El objetivo general del presente Convenio es
     apoyar al Gobierno en los objetivos de su política de paz, mediante la
     facilitación de la cooperación que el Gobierno solicite a la SG/OEA, así como la
     recepción de la ayuda proveniente de los estados miembros de la OEA, de los observadores
     permanentes de la OEA,
     y de otros estados. El objetivo específico es establecer una Misión para
     apoyar el Proceso de Paz de Colombia (en adelante MPP/OEA o la Misión) y
     verificar las iniciativas de cese al fuego y de hostilidades, de
     desmovilización y desarme, y de reinserción, que en el marco del proceso
     de Paz establecido por el Gobierno”.
 
 - La firma de este Convenio
     suscitó un debate nacional e internacional en el cual se expresaron
     preocupaciones sobre el procedimiento de los signatarios, se llamó a
     evitar la  utilización de la OEA para validar  procesos cuestionados en otras
     organizaciones multilaterales, o para desvirtuar el papel y
     recomendaciones  de las agencias de la ONU en el país. Especial
     respaldo han merecido entre los defensores de la solución pacífica al
     conflicto interno,  las
     declaraciones del señor James Lemoyne, Asesor Especial del Secretario
     General de las Naciones Unidas para Colombia, quien señaló el pasado 26 de
     enero: “Bien hecho, el proceso
     paramilitar puede terminar para siempre con el flagelo del paramilitarismo,
     poner fin a la impunidad, y reforzar la legitimidad del Estado para
     fortalecer la democracia en Colombia y abrir paso a soluciones negociadas
     con el ELN y las FARC”.
 
 - Subrayamos la necesidad
     de que la Misión
     de la OEA
     contribuya al desmonte del paramilitarismo en todas sus expresiones,
     incluidas las que comprometen a sectores civiles que promueven los grupos
     armados y la justicia privada y elementos que desde el Estado son
     cómplices o promotores. Es imperativo que se precise el grado de
     responsabilidad del Estado.
 
 - Hemos expresado al señor
     Sergio Caramagna, jefe de la misión de la OEA, nuestro apoyo a su gestión y la
     decisión de acompañar su mandato, establecido en el Convenio en mención y
     dentro de los criterios de este memorando. Llamamos a los Estados miembros
     de la OEA a
     asumir una participación activa y de compromiso con las gestiones de la Misión, en
     estricta observancia de los principios de soberanía e independencia de los
     estados, no intervención e integridad territorial, tal como lo señala la Resolución
     859 del Consejo Permanente de la
      OEA.
 
 - Consideramos como hecho
     positivo el que en el ACUERDO ENTRE EL GOBIERNO NACIONAL Y LAS
     AUTODEFENSAS UNIDAS DE COLOMBIA PARA LA ZONA DE UBICACION EN TIERRALTA CORDOBA, a la MAPP/OEA se le asignen
     diversas funciones de verificación, para el funcionamiento de la zona,
     plazo para eventual evacuación de la zona, recepción de inventario de
     medios de comunicación, armas y municiones de las AUC en la zona.
 
 - Destacamos que el
     mencionado ACUERDO fortalece la función de la MAPP/OEA  de verificación del cese de hostilidades
     a nivel nacional, mediante el funcionamiento en la zona de ubicación de un
     Comité de Verificación. 
 
 - Invitamos a la MAPP/OEA a establecer un
     mecanismo independiente de las partes firmantes del acuerdo, de cobertura
     nacional, para hacer seguimiento al cese de hostilidades anunciado por las
     AUC y alertamos sobre la necesidad de acordar mecanismos expeditos para
     establecer responsabilidades, justicia y correctivos en los casos de
     violación de ese cese de hostilidades. Conviene fortalecer los actuales
     sistemas de registro de hostilidades de responsabilidad gubernamental y no
     gubernamental  y definir una
     instancia con presencia de la
      MAPP/OEA que unifique criterios de registro y de
     información..
 
 - La verificación del cese
     de hostilidades demanda una pronta información pública sobre el alcance de
     los compromisos en esa materia, de modo que se proteja en primera
     instancia a la población civil de cualquier acción violenta o infracción
     al DIH. El cese de hostilidades no puede interpretarse simplemente como
     suspensión de acciones armadas o de combate de las AUC contra la fuerza
     pública, ni como alianza tacita contrainsurgente entre una organización
     armada irregular y las fuerzas del Estado que se comprometan a no atacarse
     entre sí. Las cifras alarmantes de infracciones al DIH en medio de un
     declarado cese de hostilidades, contrastan con el reducido papel que ha
     tenido hasta ahora la MAPP/OEA
     y llaman a medidas urgentes y efectivas. 
 
 -  Teniendo en cuenta que el Acuerdo del 13
     de mayo entre  el Gobierno Nacional
     y las AUC,  delimita una zona de
     ubicación de la mesa de diálogo y negociación y no una zona de
     concentración de las AUC para el tramite de su desmovilización, es urgente
     que la MAPP/OEA
     contribuya para que las partes definan los sitios de concentración, el
     cronograma de la concentración efectiva y de la desmovilización de los
     miembros de las AUC. La prolongación de la zona de ubicación de la mesa,
     cada seis meses, sin avances en este sentido, implicaría riesgos crecientes
     para la credibilidad del proceso. 
 
 - Los graves
     acontecimientos de las últimas semanas en la Guajira, Arauca,
     Uraba, donde se han realizado masacres y actos terroristas, y la
     persistencia de la violación de derechos de la población civil, reclaman
     un pronunciamiento de los organismos internacionales y de la Misión,
     MAPP/OEA, y llaman a escuchar la demanda de respeto a territorios y a los
     derechos de consulta, autonomía, identidad y multiculturalidad de los
     pueblos indígenas y comunidades afrodescendientes.
 
 - Manifestamos nuestra
     disposición a colaborar con la Misión para el cumplimiento de su objetivos
     y en particular el consignado en el numeral d. del Convenio, en el cual se
     plantea  “El apoyo a las iniciativas
     locales en zonas de conflicto, promoviendo medidas de fomento de la
     confianza y la reconciliación que desarrollen una cultura de democracia,
     paz y resolución pacífica de la violencia, así como la identificación,
     formulación y gestación de iniciativas y proyectos de contenido social en
     dichas áreas”. 
 
 - De igual manera señalamos
     la importancia del concurso de la
      MAPP/OEA para promover un ambiente de respeto que haga
     posible la deliberación ciudadana sobre los  temas álgidos de este proceso de dialogo
     y negociación y que, además de los ya mencionados, incluye aspectos como
     el de la incidencia del narcotráfico, la ingerencia militar de EE.UU., la
     cuestión de la extradición, la pertinencia de una comisión  de verdad, justicia y reparación. 
 
 - Consideramos
     conveniente la concurrencia de la
      OEA y la
      Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidades
     para los Derechos Humanos en Colombia, en la labor de seguimiento a
     iniciativas normativas para velar porque se ajusten a los convenios y
     tratados internacionales. Especial consideración deberán merecer proyectos
     como el de alternatividad penal o normas encaminadas a garantizar los
     derechos de las víctimas y de la sociedad.
 
 - Saludamos que al definir
     los mandatos de La
      Misión, el convenio suscrito reafirme principios de
     respeto a la soberanía y de contribución a la democracia, la paz y la
     resolución pacífica de la violencia. En este sentido son importantes los
     pronunciamientos que haga el sistema interamericano y el rechazo  a cualquier intervención militar externa
     en Colombia o utilización de Colombia como plataforma de agresión en
     países limítrofes. El esclarecimiento de hechos como la presencia ilegal
     de un numeroso contingente de supuestos paramilitares en Caracas, cobra
     importancia para contener cualquier acción hostil de carácter
     internacional relacionada con el conflicto interno armado en Colombia.
 
 - Destacamos la
     conveniencia del concurso de la Comisión  Interamericana de
     Derechos Humanos, para el debate sobre los temas de justicia, verdad y
     reparación, que inciden en la búsqueda de la paz en Colombia. La Convención Americana otorga atribuciones específicas a la Comisión
      Interamericana de Derechos Humanos para formular
     recomendaciones al gobierno de un Estado. cuando la Comisión “lo
     estime conveniente [con el propósito de que] los gobiernos de los Estados
     miembros (…) adopten medidas progresivas en
     favor de los derechos humanos dentro del marco de sus leyes internas y sus
     preceptos constitucionales, al igual que disposiciones apropiadas para
     fomentar el debido respeto a esos derechos”. 
 
 - Exhortamos
     la Asamblea
      General de la
      OEA a dotar a la
      MAPP/OEA de los recursos humanos y materiales necesarios
     para el cumplimiento de su mandato.
 
 
Bogotá,
Junio 2 de 2004
 
 
Dario Villamizar - Asociación Latinoamericana  los Derechos Humanos – ALDHU; Ana Teresa
Bernal -     Red de Iniciativas para la
paz y contra la Guerra,
REDEPAZ; Alejandro Angulo, CINEP; Antonio
Sanguino- Fundación ARCO IRIS; Daniel García–Peña,      Planeta Paz; Camilo González Posso, Instituto de Estudios para
el Desarrollo y la Paz
– INDEPAZ; Confederación General de Trabajadores  - CGTD; Observatorio para la Paz; SIMON DOMICO, Derechos
Humanos Resguardo Indígena EMBERA; Libio Palechor, Consejo Regional Indígena
del Cauca – CRIC; Leonor Zalabata, Comité DD.HH  Confederación Indígena Tayrona; José Joaquín
Cubides Sindicato del agro de ARAUCA, SINDEAGRO; Nelly Valbuena, Esquina
Regional, Jorge Castellanos, Corporación Compromiso; Alvaro Sepulveda, Escuela
Ciudadana, Jaime Navarro, FUNDEMOS, Comité de Paz de Planeta Paz,