CONGRESO AGRARIO:  ESPERANZAS E INCERTIDUMBRES


 

 

 

Después de varios meses de finalizado el congreso agrario y de haberse construido y elaborado el mandato a llegado la hora de reflexionar en cuanto a los resultados del trabajo realizado por los campesinos.

 

En medio de las discusiones que se presentaban entre las organizaciones se podían resaltar 3 puntos de acuerdo:

 

 

 

LA UNIDAD: MAS QUE UNA NESECIDAD UN RETO.

 

Cuando se empezaron a dar las divisiones en el seno del Movimiento Campesino Colombiano (en adelante MCC) en los años setenta las diferencias eran tan fuertes que las organizaciones se negaban incluso al dialogo y lograr puntos mínimos de acuerdo.   las disputas ideológicas y la estrategia para la recuperación de tierras y el que se iba a hacer con ellas después de recuperadas se convirtieron en un muro infranqueable que llevaba a que se hicieran acusaciones mutuas.    Sin embargo la predica unitaria siempre formo parte del discurso de los dirigentes.    En el fondo fueron las ambiciones de protagonismo individual y organizacional las que distanciaron a los dirigentes campesinos.     Vale la pena aclarar que en su gran mayoria las discusiones y diferencias se presentaban en la dirigencia y el campesinado de base  ni participaba ni se enteraba de estas.  

 El gran avance  es que las organizaciones reconocían la necesidad de unir fuerzas.  Esto se debe en gran parte a la persecución a que están siendo sometidas  y al haber aceptado que ninguna organización esta en capacidad de realizar acciones que hagan tambalear el actual modelo.   

 

 

MOVILIZACIÓN CONJUNTA.

 

Luego de aceptar que individualmente es muy difícil sobrevivir se encontró otro punto de acuerdo y fue la forma  en que se llevaría el mandato a la practica.      Esto parecería extraño ya que aparentemente nadie debería dudar de la movilización como mecanismo pacifico de lucha.  Pero meses atrás al realizarse el paro agrario del 16 de Septiembre un sector del campesinado se negó a participar argumentando que las condiciones no estaban dadas.    Otro sector emitió un comunicado aclarando que no participaría porque no compartía este tipo de acciones y porque confiaba en las buenas intenciones de este gobierno para con el campo.

Era sin duda pues un avance el consenso de que es urgente la realización de paros. Movilizaciones, tomas y demás acciones pacificas.

 

El Resurgir de la Lucha Campesina

Se podía entrar a cualquier reunión preparatoria del congreso y en las mentes y expresiones de todos estaba la idea expuesta en el titulo.     Concluimos que después de lograda la tan anhelada unidad la movilización seria el resultado inmediato y los objetivos empezarian a concretarse.  Aquellos viejos tiempos de gloria volverían y el campesinado volvería a ser tomado en cuenta en el panorama político colombiano.      

Han sido muchas las dificultades que se han presentado y estamos muy lejos de lograr las metas que nos habíamos propuesto. 

 

IMPACTOS NEGATIVOS Y POSITIVOS.

Para conocer los impactos del congreso agrario es necesario identificar  los  objetivos de cada una de las organizaciones.    Se podrían resumir así:

Construcción de un horizonte comun, fortalecimiento interno y la  creación de la Confederación Campesina Colombiana.

 

HORIZONTE COMUN.

 

En medio de las diferencias que se presentaron para todos era claro que la construcción de un norte común que permitiera que todos empezáramos a jalar para el mismo lado tenia que dejar de ser un discurso pronunciado para quedar bien con las bases para convertirse en una realidad.

Las dificultades para definir un pliego de peticiones en la ultima movilización debido a la multiplicidad de urgencias con que cuenta el país agrario se convirtieron en un obstáculo para la convocatoria del campesinado a hacerse participe.  La ausencia de un acuerdo predeterminado alrededor del cual girara la construcción de un pliego daba para discusiones bizantinas al interior de la coordinación nacional de la movilización.   En estas discusiones se perdía hasta una semana para llegar a un acuerdo debido a que los representantes tenían que viajar constantemente a consultar con las bases.     

El mandato agrario se convierte pues en el elemento aglutinador no solo delas organizaciones nacionales sino también de las regionales e incluso de los campesinos que nunca han estado organizados y que al leer e documento encontraran en el algo tangible por lo cual luchar.

 

 

 

FORTALECIMIENTO INTERNO.

 

Las dificultades económicas, el aislamiento político y la persecución a que han sido sometidos los dirigentes campesinos han debilitado la estructura organizativa de las organizaciones.

Por complejas razones la solidaridad económica con las organizaciones es casi nula.    Estas dependen pues de su  autofinanciamiento lo cual es lo ideal.    Sin embargo acudir a los campesinos para que sostengan económicamente su organización  no solo resulta bastante incomodo para los dirigentes sino que la ruina generalizada hace muy difícil que el campesino pueda aportar regularmente la cuota.      Sumado a esto el cerco paramilitar que se le ha impuesto a las regiones hace imposible el desplazamiento de los lideres a esos lugares lo cual además de alejarlo de sus compañeros no permite la realización de dicha tarea.

             

El congreso se convirtió en la esperanza de estas organizaciones pues en este la problemática agraria volvería a ser protagonista y de esta manera estas recobrarían su importancia en el plano político.       De esta manera un llamamiento a la solidaridad tendría mas eco.    Además  para muchos el congreso se convertiría en un reencuentro con sus comunidades ya que se contaría con los recursos económicos para trasladarlas a Bogota.

 

Todas estas expectativas no se cumplieron.    A pesar de esto hay que reconocer que todas las organizaciones salieron fortalecidas y  los dirigentes renovaron su pacto de trabajar honestamente y sin descanso por sus comunidades.        Sin embargo el éxito político del evento no se tradujo necesariamente en beneficio para el MCC sino que fue capitalizado por algunas ONG ( la publicación del mandato sin la firma de las organizaciones es una prueba de ello)  y la solidaridad económica   tan esperada  hasta la fecha no se ha hecho presente.

Es así como después del congreso la situación siguió igual y con tendencia a empeorar.     Algunas organizaciones han desaparecido no por falta de miembros sino  por la incapacidad económica de sus dirigentes para atender los asuntos administrativos y organizativos.     Otras se han sostenido hasta la fecha  con los recursos propios de sus lideres que sacrifican incluso el bienestar de sus familias por  sostener a punta de penurias y esfuerzos a sus organizaciones. 

 En ocasiones tiene que acudir a la solidaridad de sus compañeros quienes los socorren no con dinero en efectivo pero si con el valioso aporte de una gallina, una libra de papa, unas mazorcas de maiz en fin productos que siembran en sus fincas.    Como para completar este panorama muchos de estos lideres han tenido que abandonar sus parcelas que eran su fuente de ingresos.

 

 

CONFEDERACIÓN CAMPESINA COLOMBIANA.

 

Se dice que un pueblo que desconoce su historia esta condenado a repetirla.  Sin embargo en este caso aun conociendo y siendo concientes de las consecuencias la historia se repitió.

 

Finalizado el congreso y firmado el mandato el MCC volvió a atomizarse en múltiples facciones.  Obviamente como se dijo anteriormente la intención no era una unidad orgánica, pero tampoco estaba en cabeza de nadie que las diferencias se profundizaran aun mas.   Los primeros indicios de ruptura se dieron cuando un grupo de organizaciones decidieron convertirse en el comité de impulso de la CCC.    Esto fue interpretado por las demás como un intento de apropiarse del proceso para luego adjudicarse los éxitos de este.

En adelante hubo distintas dificultades que fueron allanando el camino hacia la división.

Una de ellas fue la publicación en un periódico de una organización de un articulo donde esta se adjudicaba a si misma la potestad de ser la “legal”  mientras que la otra no contaba con personería jurídica y por lo tanto era “ilegal”  como agravante esto fue publicado un día antes del congreso.

 

Capítulo aparte merece lo sucedido con Salvación Agropecuaria quien se retiro tempranamente del proceso por razones de índole político.  Esta organización no estuvo de acuerdo con el énfasis dado al mandato agrario de derecho a la tierra ya que considera que en estos momentos es mas importante la lucha contra el imperialismo y sus armas de dominación como el ALCA.

 

Concluido este congreso y a pesar de todos los esfuerzos por evitarlo el MCC se dividió nuevamente y la anhelada confederación jamás se cristalizo.

Sin embargo no todo es negativo y a pesar de las dificultades se conformaron 2 bloques organizacionales.

 

 

CONSEJO DEMOCRATICO CAMPESINO.

ANUC NACIONAL.

ACC

FESTRACOL

FANAL

CECORA

 

CONVERGENCIA CAMPESINA, NEGRA E INDÍGENA DE COLOMBIA CNI.

 

 Asociación Colombiana de Beneficiarios de Reforma Agraria      ACBRA

Asociación Nacional de Mujeres Campesinas, Negras e Indígenas de Colombia   ANMUCIC

Federación Nacional Sindical Unitaria Agropecuaria  FENSUAGRO

Asociación Nacional de Usuarios Campesinos- Unidad y Reconstrucción ANUC-UR

ANUC – GRUPO DINAMIZADOR

Federación Nacional de Cooperativas Agropecuarias FENACOA

Coordinador Nacional Agrario CNA

Organización Nacional Indígena de Colombia ONIC

Proceso de Comunidades Negras PCN

Mesa Agraria Universidad Nacional

 

  

CONCLUSIÓN.

 

En medio de las dificultades y los ires y venires de la anhelada y necesaria unidad podemos decir que el MCC ha venido resistiendo y prevaleciendo sobre todas las dificultades que se le han impuesto a través de su historia y esta ves no será la excepción.      Aquellos que predicen que el campesinado desaparecerá hoy mas que nunca están alejados de la realidad.   Es hora de que se convenzan de que a pesar de los asesinatos, desplazamientos, guerra química, pobreza y la discriminación e invisibilizacion siempre habra un campesino y una campesina que se niegue a ceder su pedacito de tierra o a renunciar a la ilusión de tenerla.  Y mientras exista ese campesino o campesina existiran organizaciones dispuestas a representarlos y a luchar por ellos.

 

No importan las diferencias políticas ni de intereses personales que tengan las dirigencias.    La fuerza de las circunstancias conducira tarde que temprano a la superacion de estas.   El instinto de supervivencia y el amor que sienten estos dirigentes por sus comunidades son mas fuertes que cualquier posición política  por radical que sea esta.   Y si no es asi las organizaciones deben prepararse para su desaparición ya que los campesinos las derribaran y construiran sobre las ruinas de estas unas nuevas que los conduzcan hacia su liberación.

 

No se deben ufanar los enemigos del campesinado de la actual crisis.  Tarde o temprano resurgira la lucha y el mandato agrario sera una realidad.    El campesinado, los indígenas y los negros estan destinados a luchar y conquistar su libertad.

 

Alejandro Mejia

Secretario General ACBRA



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