CONGRESO NACIONAL DE PLAGUICIDAS

INCIDENCIA DE LOS PLAGUICIDAS
SOBRE EL ECOSISTEMA


Liliam Eugenia Gómez Álvarez

Ph.D. Ingeniera Agrónoma

DEDICADO A:
VINCENT LABEYRIE Y RENÉ DUMONT

 

CONTENIDO

PROLOGO: INCIDENCIA DE LOS PLAGUICIDAS SOBRE EL ECOSISTEMA

ENFOQUE DE LAS RELACIONES ECOLOGICAS EN EL ECOSISTEMA

LA UTILIZACION DE AGROQUIMICOS EN LOS SUELOS

LOS PLAGUICIDAS EN EL SUELO

LOS PLAGUICIDAS EN LAS PLANTAS

LOS PLAGUICIDAS EN EL AGUA

LOS PLAGUICIDAS EN EL ECOSISTEMA EN SI

LOS PLAGUICIDAS Y EL HOMBRE

CONCLUSIONES

BIBILIOGRAFIA

 


 

INCIDENCIA DE LOS PLAGUICIDAS SOBRE EL ECOSISTEMA
PROLOGO

Abordar un tema tan extenso y complejo, exige un ejercicio de reflexión sincera a la luz de las experiencias vividas en varios años de vida profesional y en ámbitos del campo y de laboratorios.  Pero ante todo es necesaria la visión de conjunto, que la gran mayoría de las veces les falta a quienes escuchamos  hablar de controles con plaguicidas, integrados o biológicos; que dan la impresión de que en estos discursos por buenos y completos que parezcan, en ellos existe la carencia de algo, o que simplemente son reduccionistas.  Ya que se tratan relaciones complejas en formas desintegradas:  El medio ambiente y el hombre, o los factores bióticos y abióticos, como si todo no fuera parte intrínseca del conjunto naturaleza; en donde se es imposible estar aislado.  Es por ello que es necesario dar una nueva lectura enmarcada dentro de la Historia de la Creación Natural o Doctrina Científica de la Evolución, en la que Ernest Haeckel, Padre de la Ecología había hecho una contextualización desde 1884 así:  “La Ecología o distribución geográfica  de los organismos, o la Ecología geográfica de los organismos, o la ciencia del conjunto de las relaciones  con el mundo exterior ambiental, con las condiciones orgánicas e inorgánicas de la existencia; es eso que llamamos La Economía de la Naturaleza, que no son otra cosa que las múltiples relaciones  de todos los organismos vivientes en un sólo y mismo lugar, su adaptación al mundo que lo circunda, su transformación por la lucha para vivir, sobre todo los fenómenos de parasitismo, depredación, migración, emigración.

Precisamente estos hechos “De Economía de la Naturaleza”que en la opinión superficial de la gente del mundo, parecen una sabia disposición prevista por una creación dentro de un plan; mirados a la luz de la seriedad científica y humana, no son otra cosa que el resultado necesario de los efectos de la adaptación y evolución de la vida”.

La falta de lecturas juiciosas en el mundo, el desconocimiento de los ecosistemas, el desarrollo de los sistemas políticos y económicos por fuera del contexto universal y evolutivo de la naturaleza, hace reflexionar a René Dumont el gran ecólogo e ingeniero agrónomo francés y llegar a la conclusión de:  “Nosotros somos todavía muy ignorantes...”

Pues si bien el hombre  no tiene una función definida fuera de ser consumidor secundario y terciario en las cadenas tróficas de los ecosistemas, si es este hombre  el que ha concebido los sistemas de desarrollo político a través de la historia, sabiendo ignorar  las leyes que rigen  los sistemas naturales y no son los problemas de los ecosistemas como tales  los  solos afectados sino también, el de sus medios ambientes.

Los hombres en esta relación olvidan, o ignoran que son ellos y sus sistemas de desarrollo económicos y políticos quienes tienen que plegarse a la naturaleza y que no es la naturaleza  la que se doblega a la domesticación  miope e inmediatista, de provecho económico del hoy, a costa del aniquilamiento del futuro, olvidándosen o haciendo oídos sordos a aquello de que el medio ambiente es propiedad colectiva  y que como tal  se debe  respetar; pues ese medio ambiente  es parte de la naturaleza y esa naturaleza ha necesitado milenios de siglos de procesos de evolución, adaptación y de interactuaciones, para que la existencia de la vida en la tierra se hiciera realidad; para que una flor se abriera y un pájaro colibrí pudiera fecundar con el polen traído en su pico el estigma de ella y su ovario maduro nos regalase un fruto.

Claude  Julien, Director de Le Monde diplomatique en su artículo “El Planeta dentro de un Costal” al referirse a los gestores, de los sistemas políticos y económicos dice:  “Es el ladrón que sin esconderse  enarbola con una arrogante ostentación el emblema de su firma, hecha con mano baja, sobre lo que pertenece, no a un tal, ni a un cual en particular, sino a todos:  La tierra, el agua,  el silencio, la luz - matando así a largo plazo, una parte de la humanidad; pero él, cuyos  vestidos y vocabulario lo distinguen  honorablemente de los vulgares malechores, puede gozar  así de impunidad.  Solo de tiempo en tiempo la justicia lo señala con el dedo, cuando la imprudencia cometida es tan grande, como cuando se desmorona contra un acantilado un petrolero gigante, o envenenan los ríos con sus productos tóxicos, o esteriliza campos extensos.  Pero por el contrario con un mínimo de riesgos a pequeñas dosis puede  envenenar el aire, la napa freática, el suelo, obstruir el ciclo, terminar las selvas marfileñas o la amazónica, ahogar  la vida o tomar en secuestre a sus conciudadanos” todo debido al simplismo de los análisis reduccionistas de la mayoría de los gestores de sistema económicos, debido a la ignorancia culposa  que son para ellos los problemas  filosóficos de concepción del mundo, la dificultad para entender y asimilar la misma evolución, el proceso de adaptación y la genética que debe ser siempre enfocada en términos de población y no de individuo.  La asimilación de la concepción científica de las teorías selectivas  de la evolución, según Jacque Monod, “ha suscitado hasta el momento mucha repugnancia e incomprensión”.  Porque  aceptarlas sería derrumbar todo un sistema  ideológico construido sin ella y con él, derrumban los sistemas económicos que los sustentan, ya que aceptándola, se esta aceptando según Ernest Meyer “Que la evolución produce la diversidad y adaptación armoniosa del mundo orgánico como el resultado de la producción constante de variaciones y los efectos  selectivos del medio ambiente”.

 

 

ENFOQUE DE LAS RELACIONES ECOLÓGICAS
 EN EL ECOSISTEMA

Es necesaria mucha reflexión  para tener un punto de vista ecológico y evolutivo orientado a la acción del hombre en el ecosistema, incluyendo el dominio agrícola, en el cual el objetivo es su intervención cuantitativa sobre plantas y animales; en su pretendida  gestión del ecosistema.

Siendo el ecosistema la resultante de la presencia de la vida en cualquier sitio del planeta; el ecosistema es el representante de la forma real como existen los seres vivos en  interdependencia recíproca entre sí y con el medio abiótico, una interacción que es permanente entre componentes  bióticos y abióticos.  En la biocenosis o comunidad biótica, que es el subsistema compuesto  por conjuntos de poblaciones y grupos de organismos de la misma especie que interactúan en función de la totalidad.  Los estudios de los paisajes agrícolas que describen una dinámica de ciclos  de nutrientes, las transformaciones  energéticas, los procesos biológicos y las relaciones socioeconómicas de ciertos sistemas agrícolas son las que permiten el estudio de una agricultura  ecológica.  Pues según Altiere “La agricultura es un reflejo de la coevolución entre una sociedad dada y su medio”. Los sistemas agrícolas presentan no solo una interacción sistemática entre diferentes  niveles de una jerarquía vertical, pero también interacciones en el plano horizontal.  Es por esto que los problemas de ruptura en esta biocenosis debe ser examinados desde un punto de vista holístico.  La adaptación de los organismos vivos es en primer lugar función de los factores ligados al ritmo solar, es decir variaciones cotidianas de la luminosidad y temperatura como factores primarios  y para las plantas cultivadas, además de los factores fisiológicos y agronómicos que influyen  en su distribución y adaptación se deben incluir los factores históricos, tecnológicos y socio-económicos, que determinan cuales plantas pueden ser cultivadas en una región determinada y en que cantidad.  La alimentación de un organismo vivo es un factor periódico secundario,  tanto para un fitófago como para un entomófago.  Su periodicidad esta ligada a la fotosíntesis y al ciclo anual del medio ambiente.  La gestión ecológica de los enemigos  de los cultivos se apoya en la comparación de los ecosistemas intervenidos y ecosistemas naturales  no perturbados, desde el punto de vista de sus estructuras y funcionamiento; sin caer en el error de separar ecología vegetal  o animal, como es común hacerlo ya que los animales y vegetales  solo tienen una significación ecológica como constituyentes de los elementos que participan en el funcionamiento de un sistema.  Por ello  es necesario un análisis  dialéctico  de las relaciones planta-insecto-medio ambiente; comprendiendo sus interactuaciones y coevolución en el proceso de adaptación dentro de este conjunto.

Las relaciones dadas por los insectos  nocivos de las plantas en un terreno cultivado donde el hombre ha simplificado al máximo el número de productos y ha intervenido en sus cadenas tróficas eliminando la vegetación adventicia y todos los consumidores  que son concurrentes; como sucede  en los monocultivos industriales.

Labeyrie quien con Dumont han llenado en la Francia de este siglo los hitos del pensamiento  ecológico,  afirma:  Toda simplificación de un ecosistema  se traduce  por un aumento de su fragilidad; todo desarrollo de un monocultivo constituye un peligro que obliga al hombre a luchar por la protección de sus cultivos  en un ecosistema degradado.  La interacción entre planta insecto fitófago y enemigo natural nos da material para comprender su control.

La edad de una población  es importante en un ecosistema, pues nos da el índice de fertilidad y reproducción y el nivel disponible en un momento determinado  de fuente de energía y hábitat.

Sabemos que las plantas pueden ejercer efectos directos o indirectos, positivos o negativos no solo sobre herbívos sino sobre sus enemigos naturales y los insectos, estos signos físicos y químicos de las plantas son los que permiten al entomófago localizar su hábitat, en esta gama de mensajeros bioquímicos naturales figuran los atrayentes, repulsivos y tóxicos, que protegen  la planta  de insectos y microorganismos que le puedan  causar daño.

Todos estos fenómenos de protección  desarrollados por plantas e insectos tanto físicos como químicos, son parte del proceso de adaptación al medio y que permite la evolución del ecosistema.

La búsqueda de alimentación de los insectos  es un factor periódico  secundario que no se da independiente del ecosistema y depende  de la especificidad a factores  alimenticios constantes y otra a la adaptación con relación a variaciones cuantitativas y cualitativas del alimento.  Es decir al lugar y disponibilidad  para el insecto (Labeyrie), como vemos bien la interacción es completa.  Es por ello necesario  el conocimiento para tener un punto de vista  ecológico y evolutivo orientado  a la acción del hombre en el ecosistema, para evitar las catástrofes  continuas de su intervención  degradante en la ruptura de sus relaciones.

 

 

LA UTILIZACIÓN DE AGROQUÍMICOS EN LOS SUELOS

Según Dumont:  La que se llamó en Europa la primera revolucción agrícola, esa del siglo XVIII y XIX que remplazó la cosecha  de los forrajes espontáneos, de pacas de pastizales permanentes, de predios  en descanso o barbecho; por pastos cultivados, con aumento de ganadería, lo que conllevó a la desaparición de desechos de excrementos del ganado, que enriquecían los suelos cultivables con materia orgánica, lo que permitía una construcción permanente de suelos  agrícolas.  Y la energía animal crecía ella también permitiendo  multiplicar los trabajos y así aumentar el rendimiento.

Hacia 1870 comenzó  la intervención de los abonos químicos y los suelos empiezan a mostrar entonces sus principales carencias  minerales, por la falta del abono orgánico suprimido.

Luego a mediados del siglo vemos como las fincas se niegan a las asociaciones de ganadería y agricultura, que desaparecen de los tratados  oficiales agrícolas.

Al disminuir  la materia orgánica, los suelos son entonces amenazados y se puede observar en la estación experimental francesa de Arras en Montreuil.

Pero un drama de estos se precisa en los países tropicales, donde los ecosistemas son más frágiles, se acentúan en los países del Sahel, donde los suelos pobres y frágiles y los suelos en barbecho pasan de lado; ante la presión de la explosión demográfica, la degradación es aún más rápida,  la imposibilidad y privación de humus los hace más vulnerables a toda forma de erosión.  Lo que determina el avance del desierto.  Dumont, agrega, nosotros los “ignorantes somos demasiado pretenciosos” y por el contrario tenemos mucho que aprender de los cultivos llamados tradicionales:  En la India, Bangladesh, Africa y América Tropical.

Cuando el árbol desaparece ante la necesidad de leña y la presión  demográfica no solo del hombre sino también de la ganadería que sobrepastorea y degrada la cobertura vegetal.

Que pasa entonces con la agricultura y los fertilizantes verdes?.. la agroecología es una alternativa, que  no solo nos enseña como reducir  nuestra ignorancia, sino que nos muestra la situación socioeconómica de los campesinos  tradicionales del trópico, que han logrado permanecer alejados de sistemas modernos de educación, donde ellos son explotados y privados de todo recurso, no disponiendo muchas veces de energía animal.  En el sahel la materia orgánica es transportada en 20 tambores de 1500 kg cada uno, para un campo que se debe sembrar  en remolacha forrajera.

Una mujer quien es la agricultora  en este caso, lleva 30 kg de boñiga sobre su cabeza, para trasladar  30 toneladas es necesario realizar  1000 viajes en un campo de 3  km, 3 de ida y 3 de vuelta, lo que le exigiría 6000 km a  pie y 1200 horas de trabajo, a esto  se agrega la búsqueda de agua, y el trabajo de la faena agrícola.  Es necesario permitir a los campesinos  del trópico otras formas de trabajo, para que ellos puedan librar sus suelos de la desertificación  total.

La producción de materia orgánica  y la acumulación de la energía química son fenómenos cíclicos.  La naturaleza  de estos ciclos depende de la latitud.  La degradación de los suelos por la sola incidencia de abonos químicos, el mismo mal manejo del suelo es algo que podemos  ver hoy bien de cerca, el oriente antioqueño tiene suelos  acabados para cultivos  como papa y legumbres, que solo se logran  obtener a costa del empleo mayor de productos químicos, que a su vez se acumulan más y más agotando con más intensidad los suelos,  sin contar aún la acción de plaguicidas, herbicidas en general.  Vemos como monocultivos a plena exposición solar como los caturrales, consumen mayores cantidades de fertilizantes químicos y sus suelos ya no existen como tales, son suelos artificiales  totalmente.

El problema es más grave aún en la zona bananera donde muchos tipos de mal manejo y una zona de vida con condiciones climáticas tan especiales tienen los suelos totalmente agotados, pues allí los procesos químicos de estos suelos  son acelerados por el monocultivo de  muchos años, la falta de aireación por acumulación de plásticos, que a su vez en un proceso lento depositan sobre el suelo sus compuestos.  La modificación química de un suelo, tiene una incidencia vital, pues esta ruptura incide a su vez el resto de ecosistema.

La contaminación de un suelo  es de gran complejidad  ya que sus moléculas químicas reaccionan con las moléculas del suelo y el agua para formar muchas veces nuevos y a veces desconocidos productos.  Algunos compuestos son muy móviles y migran desde la superficie a través de la zona no saturada del suelo, alcanzando aguas subterráneas.

Muchos productos pueden sufrir degradación microbiológica en el suelo, incidiendo muchas veces  en la composición y población de estos microorganismos.

Otros productos pueden ser solubles en aguas y otros no, saturando entonces el suelo.

Todos estos factores casi nunca han sido tenidos en cuenta por las casas productoras de agroquímicos para los suelos.

La industria de los agroquímicos ha tenido su desarrollo creciente después de la segunda guerra mundial y tuvo su cenit con la revolución verde, cuando como respuesta al desarrollo capitalista la gestión del ecosistema fue sacar el máximo de producto en plantas cultivadas, llevando  a la desaparición de un pool genético sagrado para muchos  pueblos, poniendo a producir a toda máquina a las industrias de agroquímicos, permitiendo el florecimiento de las grandes emporias transnacionales  de la industria del hambre.

Pues la aplicación de estos insumos sintéticos, variedades mejoradas, pesticidas y demás a través de los tiempos han creado graves problemas, no tan solo en el deterioro del suelo y de su ecosistema en general, sino también en la economía del agricultor, traduciéndose esto en  incrementos cada vez mayores en costos de producción en los diferentes cultivos, lo que revierte en situaciones cada vez más graves para nuestros pobres agricultores.

Recuerdo bien, que como joven ingeniera agrónoma me tocó manejar  paquetes de crédito de ley quinta, en los que se financiaba al agricultor no tan solo la semilla, sino los agroquímicos.  El agricultor hipotecaba su tierra en contra parte y empobrecía los suelos; decir esto era casi un delito subversivo para  la época como lo era hablar de la contaminación de los ecosistemas.

Este fenómeno se dio en Colombia y en toda Latinoamérica y encarecía costos en un 38 % para la época.

 

 

LOS PLAGUICIDAS EN EL SUELO

Su uso y abuso y la gran variedad  de sustancias son otro de los graves  factores en la contaminación del suelo.

Una vez en el suelo el pesticida  tiene diferentes alternativas según el tipo de suelo y los componentes de los pesticidas (Navarrete).

Según Madrigal, los organofosforados y los carbamatos son muy afines con las arcillas, los clorados no son solubles en el agua, lo que reduce su movilidad.

Al llegar al suelo un pesticida puede ser absorbidos por las raíces de las plantas, sufrir una degradación química, bioquímica o biológica, desplazarse por escorrentía con el agua, contaminar fuentes de agua, sufrir degradación química, infiltrarse hacia aguas subterráneas, o acumularse en el suelo en forma persistente sin cambiar.

Todo esto depende de muchos factores:

·       Naturaleza del plaguicida

·       Naturaleza del suelo

·       Climatología

·       Tipo de labor agrícola

El intercambio catiónico de un suelo entonces  la sustitución de capas de sílices por aluminios y magnesios, aceleran una absorción química acumulativa, por falta de intercambios iónicos; lo que tiene una incidencia importantísima en la caracterización del subsuelo.

Navarrete, muestra en un estudio la persistencia del paratión en diferentes medios durante un periodo de 30 días a temperatura ambiente.  El contenido de materia orgánica actúa también sobre la cantidad y movimiento del plaguicida.   Los microorganismos que pueden  jugar un papel importante en su degradación, también puede sufrir y se ha notado la disminución de bacterias  nitrificantes en suelos de zonas donde se aplica grandes cantidades de pesticidas.

La textura y porosidad del suelo, que se reflejan por el tamaño de los clastros que lo componen, se cuantifican  en un tanto por cierto de arena, limo y arcilla del suelo y son determinantes para la percolación de un plaguicida y esta será mayor en arenas que en limos.

La porosidad se da por la relación entre el volumen de huecos con relación al volumen  total de sedimentos, dicha porosidad tiene gran importancia en el movimiento de plaguicidas en el suelo, a mayor porosidad mayor movimiento.

El ph tiene influencia en la absorción de plaguicidas del suelo y depende de los compuestos y tipos de enlaces que se establezcan entre el suelo y el plaguicida.

La persistencia es el tiempo que se requiere para que su concentración se reduzca a la mitad y se llama según Navarrete “Vida media en el suelo” ella depende de la estructura de las moléculas que se formen.  Su persistencia puede esterilizar el suelo.

 

 

LOS PLAGUICIDAS EN LAS PLANTAS

Los plaguicidas que se acumulan en el suelo, o se encuentran en fase líquida quedan disponibles para ser absorbidos por las plantas.  Las plantas absorben, fuera de lo retenido por su superficie, los plaguicidas del suelo por las raíces, de donde son transportados  a distintas partes de ellas; desde donde pueden ocurrir los siguientes procesos; o bien la planta desdobla el producto de menos tóxico a inocuo para insectos o animales  o desdoblarlos en forma de otro producto más tóxico que el absorvido y envenenar insectos y animales de sangre caliente o acumular el producto y a sus metabolitos en tejidos de la planta, los que a su vez pueden ser acumulativos en los consumidores de estas plantas, según informe de la ONU la acumulación depende del tipo de planta, la cantidad de disponibilidad del producto en el suelo y el tipo de producto por ejemplo los heptacloros y aldrines son altamente acumulados por zanahorias y tomate.  La planta tiene mayor facilidad de absorción en su periodo de crecimiento.

La acumulación de residuos en las plantas  será algo que más tarde formará parte del alimento que consume el hombre y los animales  domésticos.  Es así como  el aldrin, lindano, heptacloros y muchos otros han  sido detectados en aceites de soya, maíz, mantequilla y lácteos.  En la leche materna se detecta presencia de DDT que supera límites permisibles a los establecidos por la FAO y OMS.

En la conferencia de control integrado en 1974 en la FAO en Roma  se conceptuó “a medida que los plaguicidas se incrementan los riesgos de la vida humana son cada vez mayores”.

 

 

LOS PLAGUICIDAS EN EL AGUA

Elsa Nivia, afirma  que los insecticidas arrastrados  hacia las aguas están dependiendo de factores como: 

·       Del intervalo  del tiempo entre la aplicación y la primera lluvia o riego que produzca arrastre.

·       La intensidad de la lluvia.

·       Distancia entre las áreas tratadas  y las aguas superficiales o subterráneas.

·       Cantidad de plaguicidas y método de aplicación.

·       Solubilidad en el agua

·       Pendiente del terreno

·       Cobertura vegetal

·       Textura y contenido de humedad del suelo

En los análisis de aguas se detectó con frecuencia hidrocarburos, clorados como DDT, dielchin, endrin, HCH, heptacloros.  Algunos con grado grande de persistencia por más de 8 semanas, lo que tiene incidencia directa sobre la  vida acuática vegetal y la fauna íctica, algunos piretroides sintéticos se descompone más rápido, también órgano fosforados, pero su presencia en el agua son factores incidentes en la composición de  la vida del agua.

 

 

LOS PLAGUICIDAS EN EL ECOSISTEMA EN SI

Los plaguicidas se acumulan ascendentemente en la cadena trófica, provocando en la movilidad  de los elementos  cúspides efectos  nocivos; en especial en la capacidad reproductiva, como es el caso de muchas aves de presa, cuyas poblaciones se han visto reducidas a consecuencia de la acumulación de DDT, aldrin, dieldrin, etc.

El daño a la microfauna benéfica en la que se incluyen depredadores y enemigos naturales, cuyas especies son por especialidad, seres muy frágiles.  Ascenso de plagas secundarias al lugar de plagas importantes, por reducción de hábitat y depredadores.  Eliminación de insectos polinizadores, de gran cantidad de plantas cultivadas, bajando entonces  el rendimiento y cosechas.  Causa también resistencia en insectos plagas.

Presión sobre muchos microorganismos nitrificantes del suelo y descomponedores de celulosa, asi como tasas más lentas en la formación de materia orgánica.

El abuso en la utilización de herbicidas  no solo en tierras agrícolas  sino en el agua y en caminos, bosques y en control de cultivos ilícitos, como el caso colombiano desertifica a veces zonas extensas  como los flancos de la Sierra Nevada a principios de esta década y zonas agrícolas importantes.    Con el control con herbicidas se acaba con otros tipos de plantas adventicias de lo que depende  fauna silvestre, parte vital de las cadenas tróficas, además la descomposición y putrefacción de la vegetación en el agua altera concentraciones de oxígeno disuelto, contenidos  de nutrientes en el agua afectando la comunidad íctica.

 

 

LOS PLAGUICIDAS Y EL HOMBRE

El hombre, ser especializado de estas cadenas tróficas, miembro importante  de la naturaleza, es quien más puede verse afectado por los plaguicidas.

Tanto por la toxicidad derivada de una prolongada exposición en dosis muy bajas a uno o varios de estos productos, provocados  por la alimentación  con productos contaminados, proceso que puede ser acumulativo y derivar  en otra muchos tipos de enfermedades crónicas que pueden llevarlo a la muerte.

Por otro lado la toxicidad aguda causada accidentalmente  por manipulación, aplicación inhalación o ingestión.

Las formas como afectan la salud humana son variables, actúan disolviendo la membrana lipídica que rodea las fibras nerviosas interfiriendo en el transporte de iones por ellas; modifica la acción de enzimas metabólicas.  Algunos productos tienen  acciones cancerígenas sobre humanos; son sustancias lipofilas que se disponen en el tejido graso y luego en hígado, músculos, bazo y sangre.

La toxicidad crónica es más difícil de estudiar, que la aguda,  pues afecta grupos heterogéneos y no se tiene certeza sobre dosis  de ingestión, tiempo de acumulación, tipos de sustancias, además los efectos aparecen a largos plazos y pueden ser confundidos o enmascarados con otro tipo de enfermedad.  De ellos se derivan malformaciones, carcinomas, mutaciones, infertilidad, teratogénesis, daños nerviosos, parálisis, convulsiones, dependiendo del producto.

 

 

CONCLUSIONES

Cuando en el mundo existen 35.000 productos comerciales diferentes para controlar insectos, malezas, hongos, bacterias y nemátodos; de los cuales Colombia tiene registrados 600, pero que muchos de los no registrados entran por vía no legal, es preocupante el análisis no el económico de costo-beneficio del cultivo, a nivel de una economía de capital, sino de una economía de impacto nocivo sobre el ecosistema y lo que se desencadena como hemos podido ver a través de este recorrido por el ecosistema en sus componentes.

En 1956 en su obra Primavera Silenciosa, Rachel Carson dio su voz de alarma sobre la presencia de plaguicidas en el suelo, aire, agua, tejidos vegetales, animales y humanos, mostrando su capacidad de dispersión hasta las regiones polares.  Ya en 1990 la academia de ciencias en California dio un plazo de cinco años a la industria de agroquímicos para su reconversión, como única alternativa.  Los grandes emporios multinacionales empiezan su nueva investigación en búsqueda de productos con ingredientes activos biológicos, pero así se interrumpa la producción, las existencias actuales, encontrarán mercado fácil, como siempre en los países del sur.

Mientras no existan quienes con firmeza hagan respetar legislaciones, mientras no se de un verdadero desarrollo económico sostenible, donde la agroecología tome el lugar del monocultivo, mientras el campesino no ocupe el lugar privilegiado y de respeto en nuestra sociedad, en la que su vida actual no tiene valor, mientras las políticas estatales no sean dignas de un pueblo, que solo posee 4 millones de hectáreas cultivables de las 114 millones que posee el país, no lograremos tener ecosistemas humanamente habitables.

Apelamos al sentido racional que le quede al gobierno, para que tengan ingerencia al no permitir la comercialización de productos prohibidos en otros países; a la ética de los profesionales de nuestro sector y a la de las empresas productoras y comercializadoras.

Señores gracias por su tiempo.

 

 

BIBLIOGRAFÍA

1.   Dumont René, 1990, Par Afrique je acuse. Ed Gallinad.

2.   Gómez A. Liliam, 1991, Conferencia “La Industria y el Medio Ambiente”, Cámara de Comercio de Medellín, Paraninfo Universidad de Antioquia.

3.   Gómez A. Liliam, 1989, Anotaciones para el manejo de granos almacenados ISCA, Secretario de Agricultura.

4.   Jacob F., 1971,  La Logique du vivant.    Ed. Gallinad.

5.   Julián Claud, 1992.  El Planeta dentro de un Costal, Le monde diplomatique cahier.

6.   Labeyrie Vincent, 1974, L’Ecologie et l’homme. gug de Pat.

7.   Labeyrie Vicent, 1981. Ecologie et agriculture, Conference college de France.

8.   Madrigal Alejandro, 1992.  La problemática de los plaguicidas.  Secretaría de Agricultura.

9.   Nivia Elsa y D. Pérez, 1982.  Insecticidas químicos.  Tesis Universidad Nacional Palmira.

10.Navarrete Paloma, 1995.  Contaminación de suelos por productos orgánicos plaguicidas.

11.ONU SF, The International Register of Potencially Toxic Chemicals of the U.N.  Enviromental programme.

12.Rapal-Mira, 1990.  I Simposio Internacional y II Nacional de Plaguicidas, Ambiente y Salud Humana.

 


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